John Williams, el presidente de la Fed de Nueva York.
John Williams, el presidente de la Fed de Nueva York.

Las autoridades de la Reserva Federal (Fed) están pendientes de los datos económicos para decidir cuándo será apropiado empezar a ajustar la política monetaria en Estados Unidos, pero cualquier conversación sobre un aumento de las tasas de interés aún está lejana, señaló el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams.

Cuando lleguemos a ese punto en que la economía cumpla con las condiciones que expresamos en el último comunicado del FOMC, creo que ahí empezaremos la discusión sobre cuál es la posición apropiada para la tasa de fondos federales”, dijo.

Ese punto aún está demasiado distante”, expresó Williams a Bloomberg TV.

Estabilidad financiera

Por su parte, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, indicó que las bajas tasas de interés, las compras de bonos y las promesas de una política monetaria expansiva que los bancos centrales han empleado durante la crisis pandémica podrían plantear riesgos para la estabilidad financiera con el tiempo.

Afirmó que los bancos centrales deberían adoptar “estrategias de escape” de la política monetaria ultra expansiva si aumentan los riesgos financieros, no dijo explícitamente que consideraba que el enfoque actual de la Fed enfrentaba amenazas ni se refrió a los plazos para endurecer la postura del banco central.

La estrategia actual de la Fed implica que los ajustes de política están supeditados a las “evaluaciones de las autoridades sobre el equilibrio de riesgos, incluidos los riesgos para el sistema financiero”, una frase que algunos han interpretado como un permiso para que la Fed calibre sus herramientas tomando en cuenta la estabilidad de los mercados.

Sin embargo, en declaraciones para un evento organizado por el Banco Central de Noruega, Mester planteó un amplio conjunto de recomendaciones que podrían ser relevantes para el debate de la Fed sobre por cuánto tiempo más se deberían mantener las políticas de emergencia utilizadas para combatir los efectos del COVID-19.

Estas incluyen las compras de activos en curso de US$ 120,000 millones por mes, así como promesas explícitas sobre las condiciones que deben cumplirse en la economía antes de que se eleven las tasas de interés.

Las compras de activos de un banco central podrían crear vulnerabilidades al alentar a los inversores a ser menos sensibles al riesgo o podrían afectar el funcionamiento del mercado y, por lo tanto, el mecanismo de transmisión de la política monetaria”, expresó Mester.

Mientras tanto, las promesas de mantener la política monetaria ultra relajada “pueden moderar la volatilidad del mercado financiero y estimular una acumulación de apalancamiento”.

Necesitamos ser más explícitos en nuestro marco de política monetaria en cuanto a que habrá momentos en que las estabilidades macroeconómicas y financieras entrarán en conflicto e incluirán la consideración de los riesgos de estabilidad financiera al emitir una guía futura”, dijo.

Algunos funcionarios de la Fed han comenzado a expresar su preocupación de que las compras de valores respaldados por hipotecas por la Fed puedan estar elevando la probabilidad de una burbuja en los precios de la vivienda.

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