Hay ciertas señales de alerta que se están encendiendo en la economía más grande del mundo y que también impacta en el resto de mercados globales.
Así, la semana pasada, tras el mercado percibir una Fed más cauta de lo esperado, el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro americano retrocedió fuertemente y se situó por debajo de la tasa de los bonos a tres meses.
A este fenómeno, que se le conoce como la curva de rendimiento invertida y se produce cuando los bonos de mayor duración rinden menos que los títulos de corto periodo, es un indicador que puede anticipar una recesión económica.
Según reporte de Inteligo, la inversión en el diferencial de tasas ha precedió seis recesiones en EE.UU., en los últimos 50 años.
El viernes último, cuando se produjo la inversión de la curva el mercado cerró con fuertes pérdidas para los mercados bursátiles en EE.UU. Aunque, en la sesión del martes, los títulos de largo plazo de EE.UU. recuperaron terreno aún se ubican por debajo del nivel de los papeles de más corta duración.
Que se prolongue la inversión en la curva de rendimiento lo que produce es que aumente la volatilidad y que los inversionistas perciban un mayor grado de incertidumbre en los mercados, advirtió Alejandro Castillo, analista de estrategia de Inteligo SAB.
En ese escenario, de mayor incertidumbre, la preferencia de los inversionistas es a posicionarse en activos menos riesgosos, como, bonos, en vez de tener instrumentos de renta variable, comentó. En esa línea, también se prefiere monedas fuertes como el dólar, añadió.
El Dato
Recesión. La probabilidad que haya una recesión en EE.UU. es 31%, según Inteligo. No basta con que haya una inversión (en la curva de rendimiento), sino su magnitud y el tiempo que dure, aunque, un recesión repentina es un riesgo a monitorear, indica.