Las últimas horas han sido de vértigo para los demócratas del Senado de Estados Unidos. El domingo por la noche vieron cómo fracasaba la ruta que habían propuesto para una reforma migratoria y, ahora, se apresuran para sacar adelante otra vía que permita regularizar a 8 millones de personas.
Efe conversó con varias fuentes demócratas que ofrecieron pistas sobre cuál es el debate interno dentro del Congreso y qué podría ocurrir esta semana.
Públicamente, los demócratas han dicho que su plan es entregar otra propuesta en los próximos días a la conocida como “parlamentaria” del Senado, Elizabeth MacDonough, una figura no partidista encargada de interpretar las reglas del proceso legislativo y que anoche asestó un duro golpe a los demócratas.
En concreto, MacDonough determinó que los demócratas no pueden incluir su reforma migratoria en un plan de gasto social de US$ 3.5 billones que quieren aprobar en solitario y sin los republicanos, que llevan décadas oponiéndose a cambiar el sistema migratorio.
Desde cambiar una ley de 1929...
Ante esa situación, los demócratas están conversando entre ellos y con grupos defensores de los migrantes para decidir cuál es la opción “más fuerte” y la que puede recibir con “mayor probabilidad” el visto bueno de MacDonough, dijo una fuente legislativa.
De acuerdo a otra fuente, una de las opciones que se está estudiando es cambiar una ley de 1929 conocida como “Ley de Registro” que permitió acceder a la residencia permanente a los inmigrantes que pudieran probar que habían llegado a Estados Unidos antes de 1921 y que tenían “un buen carácter moral”.
A lo largo de los años, el Congreso ha cambiado esa ley en cuatro ocasiones. La última fue en 1986, bajo el Gobierno del presidente republicano Ronald Reagan, cuando se determinó que podrían acceder a la residencia permanente y, posteriormente, a la ciudadanía todos aquellos inmigrantes que hubieran llegado a Estados Unidos antes de 1972.
El senador demócrata Bob Menéndez afirmó que él “personalmente” está preparado para apostar por ese camino, entre las diferentes opciones que se están estudiando.
“Mi mensaje hoy es muy simple -resaltó Menéndez-. Estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos por nuestras comunidades, no vamos a abandonarlas y vamos a explorar todas las opciones”.
Sin acceso a la ciudadanía
Menéndez, además, reveló que otra posible vía sería ofrecer un alivio migratorio a los indocumentados para que pudieran trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos, aunque no se les ofrecería la opción de acceder a la ciudadanía.
Otra fuente demócrata también dijo que esa opción se está estudiando y explicó que la meta sería dar a los migrantes un “estatus fijo legal”.
No está muy claro qué significaría eso para dos grupos que ya tienen un permiso similar: los “soñadores” (dreamers) que llegaron a Estados Unidos de niños y que, en algunos casos, han podido vivir y trabajar legalmente gracias a un programa llamado DACA y que fue aprobado en el 2012 por el entonces presidente Barack Obama.
Y el otro colectivo con un permiso similar es el de los llamados “tepesianos”, aquellos que han obtenido el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) que Estados Unidos otorga desde 1990 a los migrantes de naciones golpeadas por conflictos bélicos o desastres naturales.
Además de los “soñadores” y los “tepesianos”, los demócratas han propuesto legalizar a trabajadores esenciales y trabajadores del campo, lo que suma uno 8 millones de personas.
El Congreso lleva 35 años sin aprobar una ley que permita acceder a la ciudadanía a un gran grupo de migrantes.
La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente Ronald Reagan (1981-1989) firmó una ley que permitió regularizar a tres millones de inmigrantes indocumentados.