La creación de puestos de trabajo en Estados Unidos aumentó mucho menos de lo esperado en septiembre, ante una disminución en las nóminas gubernamentales, pero la contratación podría repuntar en los próximos meses a medida que se reducen las infecciones por COVID-19 y las personas reanudan la búsqueda de empleo.
El Departamento de Trabajo dijo el viernes que las nóminas no agrícolas aumentaron en 194,000 puestos de trabajo el mes pasado. Los datos de agosto se revisaron para mostrar 366,000 puestos creados en lugar de los 235,000 posiciones informadas anteriormente.
Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado un aumento de las nóminas en 500,000 puestos de trabajo. Las estimaciones oscilaron entre 700,000 puestos y 250,000 posiciones.
La tasa de desempleo cayó al 4.8% desde el 5.2% de agosto.
El modesto aumento de puestos de trabajo podría moderar las expectativas de una rápida aceleración del crecimiento económico tras una aparente debilidad en el tercer trimestre. El mercado laboral y la economía siguen limitados por la escasez de trabajadores y materias primas causados por la pandemia.
Las infecciones por COVID-19 están disminuyendo en Estados Unidos, con 100,815 nuevos casos reportados en promedio cada día, según un análisis de Reuters sobre datos de gobiernos estatales y locales, así como de autoridades de salud.
El informe de empleo de septiembre es el único disponible antes de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 2 al 3 de noviembre. El banco central señaló el mes pasado que podría comenzar a reducir sus compras mensuales de bonos a partir de noviembre.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a periodistas que “se necesitaría un informe de empleo razonablemente bueno” a fin de alcanzar el umbral del banco central considera óptimo para la reducción de su extenso programa de compras de activos.
La economía estadounidense perdió fuelle en el tercer trimestre en parte debido brotes durante el verano de casos de coronavirus, una disminución en los subsidios por la pandemia y a la escasez de materias primas, que han golpeado las ventas de vehículos motorizados.
La Fed de Atlanta estima que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) se frenó a una tasa anualizada de 1.3% en el trimestre que corre de julio a septiembre. La economía creció a un ritmo del 6.7% en el segundo trimestre.
Las escuelas han reabierto por completo para clases presenciales, lo que se espera que permita a más personas, en particular mujeres, reintegrarse a la fuerza laboral.
En los meses venideros, existe cierto optimismo de que la restricción laboral pueda aliviarse tras la expiración de los beneficios financiados por el gobierno federal.
Los beneficios ampliados, que ofrecían cheques por desempleo a las personas que no calificaban para los beneficios estatales regulares, fueron señalados por empresas y legisladores republicanos como responsables por la escasez de trabajadores.
La tasa de participación en la fuerza laboral, o la proporción de estadounidenses en edad de trabajar que tienen un trabajo o están buscando uno, apenas se movió en septiembre, incluso cuando unos 25 estados liderados por gobernadores republicanos pusieron fin a los beneficios ampliados en verano.
Algunos economistas dicen que una parte significativa de las personas que abandonaron la fuerza laboral se han jubilado, gracias a un mercado de valores sólido y ganancias récord en el precio de la vivienda, lo que impulsó la riqueza de los hogares. Los emprendimientos independientes también han aumentado.