“Casa en venta. 3 dormitorios”. Para comprarla habrá que ofertar rápidamente unos US$ 100,000 por encima del precio de lista. En Estados Unidos los precios de la vivienda son los más altos de la historia y los compradores deberán enfrentar ahora el aumento de las tasas de interés.
“Visité unas 150 casas desde el 2019″, dijo Liz Stone, quien busca una vivienda en los suburbios de Washington desde hace tres años.
Presentó cuatro ofertas y todas por encima del precio fijado, incluso hasta US$ 100,000 más. Sin embargo, todas le fueron rechazadas a pesar de su buena historia de crédito.
En esta región los precios de venta son un 4% o 5% superiores al precio de lista, explica Liz Brent, de la agencia inmobiliaria Go Brent, en Silver Spring, cerca de Washington DC.
Brent puso como ejemplo el de una casa ofrecida en US$ 840,000 por la que finalmente se pagó más de un millón.
En cada venta “una persona gana y 20 pierden” pues en el marcado hay muchos compradores pero pocas propiedades.
Hay que estar dispuesto a “asumir riesgos importantes”, afirma Brent, como hacer una oferta sin cláusula de retractación incluso sin saber si la vivienda está en buen estado.
Para contar con los fondos necesarios, Stone vendió hace un año su apartamento cercano al Capitolio de Washington y alquiló en Silver Spring.
“Pensaba que me mudaría a mi nueva casa rápidamente sin tener que alquilar”, o al menos hacerlo por un “corto plazo”, recuerda.
Pero los precios no dejaron de subir. Y a pesar de su sonrisa, Stone confía que tiene la sensación de haber “perdido” la oportunidad de comprarse una casa.
Tasa a 30 años: 5.11%
Desde enero, los compradores deben conjugar la escasez de viviendas con tasas de interés que se disparan luego de mantenerse en mínimos históricos durante dos años.
Una tasa de 5.11% para un préstamo a interés fijo a 30 años -el período más común en Estados Unidos-, es algo nunca visto desde el 2010, frente al 2.96% en promedio en el 2021.
Estas tasas reducen la capacidad de compra, y para comprar la misma casa promedio que hace un año, “se necesita ganar US$ 25,000 (anuales) más”, explica Nadia Evangelou, economista de la Federación Nacional de Agentes inmobiliarios (NAR).
Rory Molleda, de 30 años, y Stuart Malec, de 29, tuvieron más suerte. En solo cuatro meses y con tres ofertas rechazadas, consiguieron a la cuarta oportunidad un apartamento en Washington, con dos cuartos, un pequeño balcón, y un lugar de estacionamiento. “Estamos felices”, señalan.
Pero entre el inicio de su búsqueda en octubre y la firma en febrero, las tasas treparon.
“Con cada apartamento que veíamos, (la tasa de interés hipotecario) subía un poco” más, rememoran. Finalmente, contrajeron un crédito a una tasa de 4.1% frente al 3.5% al comienzo de su búsqueda.
La combinación de precios exorbitantes y tasas de interés en aumento, debería desalentar a muchos compradores, y hacer bajar la presión sobre el mercado.
El alza de precios podría contenerse en 5% este año, según Lawrence Yun, economista jefe de la NAR. El porcentaje es rotundamente menor que el 16.9% de incremento del 2021, e incluso que el 9.1% del 2020.
Escasez de vivienda
“Simplemente no hay suficientes bienes en el mercado”, explica Brent. Según ella, el déficit es de tal magnitud, que volver “a un nivel sano” parece imposible. “Y los precios seguirán aumentando”.
La situación se vio exacerbada por la pandemia, pero el problema data “de al menos diez años”, explica. Una solución sería construir casas dobles en lugares donde casas individuales son demolidas, sostuvo.
Esta escasez en todo Estados Unidos deriva de la crisis inmobiliaria del 2007, cuando “muchos constructores quebraron y jamás volvieron” al mercado, explica Lawrence Yun. Además, la reglamentación para la construcción fue “aumentada”.
Al contrario de Brent, Yun espera una mejora en la región de Washington en el futuro.
En cambio, la demanda se disparará en ciudades “económicas” donde el empleo crece fuertemente, y en aquellas que atraen a los jubilados que compran sin pedir crédito, como Atlanta (Georgia) y San Antonio (Texas) en el sur, o Indianápolis (Indiana) en el norte.