Si Rusia sigue invadiendo Ucrania, el Gobierno del presidente Joe Biden podría privarla de una amplia franja de productos de baja y alta tecnología fabricados en Estados Unidos y en el extranjero, desde electrónica comercial y computadores hasta semiconductores y piezas de aviones, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Biden lo lograría ampliando la lista de bienes que requieren licencias estadounidenses antes de que los proveedores puedan enviarlos a Rusia, y su Gobierno las denegaría, dijeron las fuentes.
Las medidas, de cuyos detalles no se ha informado antes, forman parte de un conjunto de sanciones de control de las exportaciones que Estados Unidos ha preparado para dañar la economía de Rusia, y que apuntan a todo tipo de productos, desde láseres hasta equipos de telecomunicaciones y artículos marítimos.
La Casa Blanca y el Departamento de Comercio, que supervisa el control de las exportaciones de Estados Unidos, no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
El paquete, que todavía se estaba afinando durante el fin de semana y que podría cambiar, se conoce pese a que algunos funcionarios de la Casa Blanca han prometido evitar al consumidor ruso del peso de las sanciones.
El objetivo de las medidas de control de las exportaciones “es realmente degradar la capacidad de Rusia de tener producción industrial en un par de sectores clave”, dijo Peter Harrell, que integra el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en un discurso el mes pasado.
“Estamos pensando en cómo degradar la producción industrial de Rusia y los sectores de alta tecnología, más que en cómo atacar al pueblo ruso en general”, añadió.
El Gobierno ha prometido golpear a Moscú con un potente cóctel de sanciones bancarias y controles de exportación durante semanas, en respuesta a la concentración de cientos de miles de tropas rusas a lo largo de las fronteras de Ucrania.
Biden, anunció el martes la primera tanda de sanciones contra Rusia y prometió castigos más severos por delante si Moscú continúa su agresión. Las sanciones, entre otras cosas, apuntan a los bancos rusos y a la deuda soberana.
El paquete de control de exportaciones se basa en las restricciones impuestas al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei Technologies Co Ltd por el expresidente Donald Trump.
Las medidas ampliarían drásticamente el alcance de la llamada Regla de Productos Directos en el Extranjero (FDPR, por sus siglas en inglés), que requiere que las empresas que utilizan herramientas estadounidenses para fabricar tecnología en el extranjero obtengan una licencia estadounidense antes de enviarlas a Rusia.
“Es extraordinariamente novedoso y tiene el potencial de ser mucho más significativo que los controles sólo sobre las exportaciones de estos artículos desde Estados Unidos”, dijo el abogado de Washington Kevin Wolf, exfuncionario del Departamento de Comercio.
La mayoría de los chips se fabrican con equipos estadounidenses, lo que da a Estados Unidos la posibilidad de controlar el flujo de productos electrónicos hacia Rusia.
Los proveedores estadounidenses también tendrían que obtener licencias para ciertos artículos destinados a Rusia que actualmente no las requieren, como las piezas de aviones civiles. Queda por ver si Europa seguirá el ejemplo con medidas similares.
Japón dijo el martes que estaba dispuesto a unirse a Estados Unidos y a otros países industrializados del G7 para imponer sanciones a Rusia, en caso de que Putin ordene una invasión de Ucrania.