En el proyecto de presupuesto del presidente estadounidense, Joe Biden, para el año fiscal 2023 aparece un “impuesto mínimo sobre los ingresos de los multimillonarios”, el cual es parte del plan del gobierno para reducir el déficit federal durante la próxima década y financiar nuevo gasto.
La propuesta, según la Casa Blanca, “elimina el ineficiente diferimiento de ingresos gravables durante décadas o generaciones”.
Durante una conferencia de prensa realizada el lunes, Biden dijo que la centésima parte del 1% de los estadounidenses estaría sujeta al impuesto.
“El impuesto mínimo para los multimillonarios es justo, y recauda US$ 360,000 millones que pueden utilizarse para reducir los gastos de las familias y recortar el déficit”, afirmó.
La aprobación por parte del Congreso es una de las principales incógnitas. Así es como funcionaría:
¿Cómo se aplicaría el impuesto?
El presupuesto propone que las familias con un patrimonio superior a US$ 100 millones paguen al menos un 20% de impuestos tanto sobre los ingresos como sobre las “ganancias no realizadas”, es decir, el aumento en el valor de una inversión no vendida.
Para muchos individuos ricos, según el gobierno, esos “verdaderos ingresos” nunca se gravan, ya que pueden mantenerse latentes durante décadas y a veces durante generaciones.
La propuesta de Biden permitiría a los contribuyentes ricos repartir algunos pagos sobre las ganancias no realizadas durante nueve años, y luego durante cinco años sobre los ingresos posteriores.
La extensión de los pagos a lo largo de varios años tiene por objeto descontar las variaciones anuales de las ganancias sobre las inversiones, al tiempo que garantiza que los más ricos acaben pagando una tasa tributaria mínima del 20%.
En realidad, los pagos del impuesto mínimo sobre ingresos de los multimillonarios constituyen un pago anticipado de las obligaciones fiscales que estos hogares deberán cuando más tarde concreten (realicen) sus ganancias.
Se trata de una política llena de matices. El impuesto se enfoca en los ultrarricos. Está gravando las ganancias obtenidas de su riqueza, pero engloba los ingresos reales y no realizados, y no simplemente de los activos subyacentes.
Por eso David Gamage, profesor de derecho fiscal de la Universidad de Indiana, dice que “no es un impuesto sobre la riqueza, sino una reforma del impuesto sobre la renta”. Según él, “se trata de un impuesto sobre la renta mínimo que incluye el verdadero valor económico” de los ingresos que se pueden mantener latentes durante mucho tiempo, explicó.
¿A quiénes impactaría la propuesta?
Aproximadamente unos 700 multimillonarios se verían afectados por la propuesta fiscal. La Casa Blanca estima que estos individuos aumentaron su riqueza en el 2021 en US$ 1 billón, pagando alrededor del 8% de sus ingresos y ganancias no realizadas en impuestos.
“Un bombero y un profesor pagan (una tasa de) más del doble” de la que paga un multimillonario, dijo Biden durante la conferencia de prensa del lunes.
Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos, Warren Buffet y Michael Bloomberg son algunos individuos conocidos cuyas ganancias sobre activos podrían ser gravadas con esta propuesta si se convirtiera en ley.
¿Cuánto dinero recaudaría?
Según la Casa Blanca, US$ 361,000 millones en años. La propuesta presupuestaria contiene otros US$ 1.4 billones de recaudación adicional, mediante ajustes como una tasa impositiva máxima más alta —de 39.6%— para las personas físicas y un aumento en la tasa tributaria sobre sociedades al 28%.
¿Qué piensan los electores?
El tema de la elusión fiscal es cada vez más frecuente en los últimos años. Un informe de ProPublica publicado en junio del año pasado describía cómo los estadounidenses más ricos pueden pagar legalmente impuestos sobre la renta que son una fracción de lo que pagan los estadounidenses de ingresos medios.
Y un estudio del Pew Research Center del pasado mes de abril afirma que a la mayoría de los estadounidenses —un 59%— les molesta “mucho” que algunas empresas y personas ricas no paguen su parte justa de impuestos.
Una encuesta de Gallup del 2017 afirma que algo más de seis de cada diez estadounidenses dicen que las personas con ingresos altos pagan muy poco en impuestos.
¿Es probable que el Congreso apruebe esta propuesta?
Donald Williamson, profesor de contabilidad e impuestos en la American University de Washington, comentó que “hace un par de años me habría reído a carcajadas. Hoy es concebible”.
Lo más probable es que sea a través del proceso de conciliación presupuestaria que permite aprobar la legislación fiscal con una mayoría simple de votos en el Senado.
Ello requerirá el apoyo de los senadores Joe Machin y Kyrsten Sinema, quienes se han opuesto a las propuestas para gravar a los más ricos en el pasado.
Steve Wamhoff, director de política fiscal en el Instituto de Política Fiscal y Económica, dice que los demócratas “tienen este vehículo de conciliación que pueden utilizar para aprobar la legislación”. “Este es un paso hacia un código fiscal mucho más justo”.