China nuevamente intenta vincular la propagación del coronavirus con los envíos de alimentos. Y una vez más, autoridades estadounidenses rechazan el intento, insistiendo en que, de acuerdo con el conocimiento que se tiene de la materia, no hay evidencia de que exista esa relación.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) emitió una nueva declaración sobre la materia después de que China afirmara que muestras de camarones importados habían dado positivo en la prueba para detectar el virus.
“No tenemos evidencia de que el COVID-19, un virus respiratorio, se transmita a través de alimentos o envases de alimentos”, dijo en un correo electrónico Peter Cassell, portavoz de la FDA.
China ha estado generando controversia sobre si el patógeno puede propagarse a través de alimentos o productos congelados, sugiriendo una relación que contradice la opinión de expertos y autoridades de salud global.
El mes pasado, el país asiático apuntó al salmón importado como posible culpable del nuevo brote de COVID-19 en Pekín, lo que provocó un boicot contra el pescado que hizo que los supermercados retiraran el producto de sus estantes.
China comenzó además a realizar pruebas generalizadas en puertos a las importaciones de alimentos fríos y bloqueó los envíos desde plantas de carne en el extranjero que hayan informado sobre contagios entre sus trabajadores.
En su última medida, China detuvo las importaciones desde tres plantas ecuatorianas vinculadas a las muestras de camarones. El anuncio generó un nuevo nivel de incertidumbre en el comercio mundial de carnes, aves y mariscos respecto de que nuevos envíos o ventas puedan verse afectados.
La evidencia sugiere que es extremadamente improbable que el virus se transmita a través de los alimentos, dijo Gorjan Nikolik, director asociado del sector de mariscos de Rabobank.
Autoridades chinas además han concordado con expertos mundiales en cuanto a que los alimentos importados presentan un bajo riesgo de transmisión del virus. Eso ha llevado a confusión en el extranjero sobre por qué China continúa realizando pruebas y deteniendo los envíos.
Decenas de miles de trabajadores de instalaciones alimentarias alrededor del mundo han contraído el virus y decenas han muerto. Eso plantea dudas sobre si todas esas plantas podrían llegar a ser objeto de restricciones de China.