La Casa Blanca recordó este martes que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) siguen recomendando el uso de mascarillas a bordo de aviones y de otros medios de transporte público, a pesar de que una jueza federal de Florida invalidó su obligatoriedad.
Así lo expresó ante la prensa la portavoz del Gobierno estadounidense, Jen Psaki, durante un vuelo del presidente estadounidense, Joe Biden, al estado de New Hampshire, en el que se recomendó a las personas a bordo usar cubrebocas.
La jueza Kathryn Kimball Mizelle, nominada en el Gobierno de Donald Trump para la corte de distrito en Tampa (Florida), dejó el lunes sin efecto la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público, que había sido renovada recientemente hasta al menos el 3 de mayo.
Al respecto, Psaki reivindicó que este tipo de decisiones “no deberían ser tomadas por tribunales, sino por expertos en salud pública”, y abrió la puerta a que el Departamento de Justicia apele la decisión en los próximos días.
Además, subrayó que los CDC, que revisan periódicamente sus recomendaciones, todavía sostienen la necesidad de usar cubrebocas en aviones, trenes y autobuses.
“Continuamos alentando a las personas a usar mascarillas en el transporte público, cumpliendo con las guías de los CDC. Si los CDC cambian su evaluación, que en algún momento lo harán, seguiremos su guía”, afirmó la portavoz.
El Gobierno federal había renovado recientemente esta obligación de usar mascarillas en los medios de transporte público hasta al menos el 3 de mayo, en medio de un rebrote de la pandemia de covid-19 causado por la subvariante ómicron BA.2.
En opinión de la magistrada de Florida, los CDC no justificaron su decisión de manera apropiada e incumplieron los procedimientos.
Tras la decisión de la jueza, la plataforma de transporte bajo demanda Uber anunció este martes la eliminación de la obligatoriedad de llevar mascarilla en sus trayectos en Estados Unidos.
A finales de marzo, los directivos de las diez principales aerolíneas del país con vuelos internacionales pidieran en una carta a Biden que derogats esa orden, al opinar que carecía de “sentido en el contexto sanitario actual”.
La norma federal permitía que se aplicaran multas a los pasajeros que se niegan a usar mascarillas en sus viajes, y esas penalidades van de 500 a 3.000 dólares para los reincidentes.