(Foto: AFP)
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Un alto funcionario de inteligencia estadounidense declaró que la le ordenó dejar de reportar sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de noviembre próximo y resaltar en cambio, los esfuerzos de intromisión de China e Irán, según una denuncia.

Brian Murphy, un alto funcionario en la oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Interior (DHS), sostuvo que en mayo pasado el jefe interino del departamento, Chad Wolf, le ordenó “dejar de proveer análisis de inteligencia sobre la amenaza de interferencia rusa en Estados Unidos”.

Murphy agregó en su denuncia, realizada internamente a los responsables del Departamento, que Wolf le indicó que se “concentrara en informar sobre la interferencia de China e Irán”, y que la orden venía “directamente” del asesor de Seguridad Nacional del presidente , Robert O’Brien.

Esta declaración fue elaborada bajo el formato de “denunciante”, que permite a un funcionario normalmente sujeto a confidencialidad dar a conocer una conducta manifiestamente ilícita.

El denunciante sostuvo que, siendo el responsable de los asuntos de inteligencia y análisis en el DHS fue relegado a un puesto menos importante en agosto debido a su negativa a ceder a la presión de sus superiores.

Sin embargo, el DHS “negó tajantenemente” las afirmaciones de Murphy, según el portavoz Alexei Woltornist, quien destacó que el jefe interino Wolf está “enfocado en en impedir la injerencia electoral de cualquier potencia extranjera y los ataques de cualquier grupo extremista”.

“El DHS espera con interés los resultados de cualquier investigación resultante y esperamos que concluya que no se tomó ninguna medida de represalia contra el Sr. Murphy.”, acotó el funcionario.

Según las agencias de inteligencia estadounidenses, Rusia interfirió en las elecciones del 2016 en beneficio del republicano Donald Trump, cuyo equipo de campaña ha sido acusado de colusión con Moscú.

Tras una larga investigación que envenenó la primera mitad del mandato del multimillonario neoyorquino, el fiscal especial Robert Mueller explicó que no había encontrado “pruebas suficientes” de un acuerdo entre Rusia y el equipo de Trump, pero describió una serie de presiones preocupantes sobre su investigación.

Para las agencias de inteligencia estadounidenses existe el riesgo de que Rusia vuelva a interferir en las elecciones de noviembre.

El gobierno de Trump, crítico acérrimo de Irán e inmerso en un conflicto diplomático, económico y tecnológico con China, ha sido señalado por sus detractores de carecer de firmeza frente al gobierno ruso dirigido por

Supremacía blanca

Según la denuncia, a Murphy también se le habría pedido modificar un documento oficial de la inteligencia estadounidense sobre los grupos de supremacía blanca “para atenuar la peligrosidad de esta amenaza e incluir información sobre la importancia de los grupos violentos de izquierda” como los Antifa.

Miembros del actual gobierno republicano “trataron indebidamente de politizar, manipular y censurar la inteligencia en beneficio político del presidente Trump”, reaccionó Adam Schiff, jefe demócrata del poderoso Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en un comunicado.

“Esto pone en grave riesgo a nuestro país y su seguridad”, subrayó.

A principios de este año, se asignó a Schiff la supervisión del equipo de fiscales en el proceso de destitución de Trump, acusado de abusar de su cargo presidencial para presionar a Ucrania con el objetivo de que Kiev investigara al demócrata Joe Biden, su oponente en las elecciones presidenciales de noviembre, por negocios de su hijo en ese país del este europeo.

Acusado por la Cámara Alta, de mayoría demócrata, Trump fue finalmente absuelto por el Senado, controlado por los legisladores republicanos.