La Reserva Federal mantendrá una política monetaria estricta “durante el tiempo que sea necesario para reducir la inflación”, dijo el miércoles la vicepresidenta de la entidad, Lael Brainard, en la última confirmación del banco central de que combatir las presiones de los precios es su máxima prioridad.
Los riesgos que la política monetaria de la Fed representan para el crecimiento económico aumentarán “en algún momento”, dijo Brainard, mientras que la evaluación del banco central “se volverá más bilateral”.
Sin embargo, indicó que por ahora “la política monetaria deberá ser restrictiva durante algún tiempo para generar confianza en que la inflación está bajando” hacia el objetivo del 2%, dijo Brainard en declaraciones preparadas para el Clearing House and Bank Policy Institute.
Aunque la desaceleración de la inflación en julio fue “bienvenida”, dijo Brainard, la Fed necesitará “varios meses de reportes de inflación mensual baja para estar seguros de que está retrocediendo de vuelta al 2%”.
“Nuestra determinación es firme”, señaló. “Si la historia sirve de guía, es importante evitar el riesgo de retirarlo demasiado pronto” y reducir las tasas de interés antes de que la inflación esté bajo control.
Brainard es la última autoridad de la Fed -tras el destacado discurso del mes pasado del presidente de la entidad, Jerome Powell- que sienta las bases para una lucha prolongada contra el peor brote de inflación en 40 años y destaca los costos potenciales involucrados.
El crecimiento se está desacelerando, pero destacó que la Fed aún debe asegurarse de que la inflación esté controlada, señaló.
La próxima reunión de la Fed se celebrará el 20 y 21 de setiembre y se espera que apruebe otro aumento de la tasa de medio o tres cuartos de punto porcentual. Brainard no pareció inclinarse en ninguna dirección en sus comentarios preparados, y solo dijo que la política monetaria se moverá “hacia una postura apropiadamente restrictiva”.