“Los rendimientos están en su punto más alto en años, pero también las tasas de la Fed, porque la misma inflación está en máximos de 40 años”, explicó John Canavan de Oxford Economics.
“Los rendimientos están en su punto más alto en años, pero también las tasas de la Fed, porque la misma inflación está en máximos de 40 años”, explicó John Canavan de Oxford Economics.

El rendimiento de los bonos de Estados Unidos subió el lunes a su máximo en 11 años en un movimiento que traduce la agresiva política monetaria de la Fed que se reúne el martes y ya pesa en la economía real.

Los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subieron 3.51% por primera vez desde abril del 2011. Los de dos años, considerados más sensibles a la política monetaria de la (Fed), subieron 3.96%, un nivel más habitual durante 15 años.

El rendimiento a un año superó el 4% por primera vez en 21 años.

Los rendimientos están en su punto más alto en años, pero también las tasas de la Fed, porque la misma inflación está en máximos de 40 años”, explicó John Canavan de Oxford Economics.

Los inversores esperaban un endurecimiento monetario más rápido y prolongado del que previeron con el discurso del presidente de la Fed, , en Jackson Hole, Wyoming, a finales de agosto. Ahora creen que la Fed mantendrá las tasas en al menos el 4.50% a final de año, frente al 3.75% de hace un mes, una cifra que la institución no maneja desde hace casi 15 años.

No creo que el mercado se esté dejando llevar”, dijo Canavan. “Es un proceso natural de reevaluación de la política monetaria de la Fed”.

Esta racha caliente del mercado de bonos ya está afectando las condiciones de financiación de las empresas. La tasa promedio de un préstamo a 10 años para las empresas estadounidenses mejor calificadas ha subido casi un punto desde principios de agosto.

Creemos que estamos cerca de la cima”, dijo Lawrence Gillum de LPL Financial. Añadió que la subida de tasas ha vuelto más atractivos a los bonos y muchos inversores podrían apostar otra vez a esta inversión en los próximos meses.

Conforme los precios de los bonos se muevan en dirección opuesta a su tasa, el renovado apetito por estos productos reduciría su rendimiento automáticamente.