El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó un nuevo programa nacional de investigación sobre el COVID de larga duración, e instruyó a las agencias federales a apoyar a los pacientes que lidian con el misterioso y debilitante padecimiento.
Biden asignó al Departamento de Salud y Servicio Humanos la coordinación de una nueva iniciativa urgente de varias agencias federales, aprovechando los estudios ya en curso de los Institutos Nacionales de Salud.
Además, ordenó a las agencias federales apoyar a pacientes y médicos proveyendo las mejores prácticas basadas en la ciencia para tratar el COVID de larga duración, manteniendo acceso a la cobertura de seguro médico y protegiendo los derechos de los trabajadores mientras lidian con las incertidumbres del problema. De particular preocupación son los efectos en la salud mental.
El COVID de larga duración es un conjunto de efectos a mediano y largo plazos que se experimentan después de recuperarse de la enfermedad, y puede incluir lagunas mentales, problemas para respirar, dolor y fatiga.
Se estima que afecta a hasta una de cada tres personas que se recuperan del COVID-19, aunque la severidad y la duración de los síntomas varían. Pese a una intensa investigación, las causas del COVID de larga duración no son entendidas aún, y el tratamiento se centra mayormente en ayudar a los pacientes a lidiar con los síntomas mientras tratan de equilibrar sus rutinas diarias.
La Casa Blanca reconoció también que el COVID de largo plazo parece ser una discapacidad, lo que significa que los pacientes pudieran tener derecho a la protección de las leyes federales que prohíben discriminación sobre la base de problemas de salud.
“El gobierno reconoce que la pandemia de COVID-19 ha resultado en nuevos miembros en la comunidad de discapacidades, y ha tenido un impacto tremendo en las personas con discapacidades”, dice un comunicado de la Casa Blanca.
Algunos expertos independientes elogiaron al gobierno de Biden por tener un plan para responder a una necesidad emergente, pero señalaron la falta de un cronograma para tener resultados.
“Es un paso muy importante de parte de gobierno de Biden reconocer que el COVID de largo plazo es real, que es una amenaza significativa y que se necesita hacer mucho más”, dijo la doctora Leana Wen, excomisionada de salud de Baltimore.