El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, recibirá el lunes en Ciudad de México a su homólogo estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para celebrar una cumbre destinada en parte a aliviar las tensiones relacionadas con la migración y el contrabando de drogas.
Biden, quien enfrenta una continua presión política por el aumento de la migración no autorizada procedente de América Latina desde que asumió el cargo, llegó a México el domingo tras un enfrentamiento con el gobernador de Texas, Greg Abbott, en El Paso, Texas, durante su primera visita a la frontera como presidente.
Mientras tanto, la agenda de la cumbre amenaza con verse eclipsada por los acontecimientos en Brasil, donde partidarios del derrotado expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron el domingo en la capital del país en unos disturbios que recuerdan el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio estadounidense. Biden calificó el incidente de “indignante”; se cree que Bolsonaro se encuentra en Florida desde antes de la toma de posesión de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Los países de América del Norte han disfrutado de una relación más cordial bajo Biden que su predecesor, Donald Trump, quien intentó renegociar el acuerdo de libre comercio del continente con términos más favorables para Estados Unidos y nunca participó en lo que se conoce coloquialmente como la “cumbre de los tres amigos”. Biden recibió a López Obrador, conocido como AMLO, y a Trudeau en noviembre de 2021.
Pero la migración, la política energética de México y el crecimiento de las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos son puntos de fricción.
Funcionarios estadounidenses y mexicanos dijeron que la política energética nacionalista de AMLO no será una parte sustantiva de la agenda de la cumbre. Estados Unidos y Canadá están estudiando la posibilidad de solicitar un arbitraje sobre la política de AMLO que favorece a la empresa eléctrica estatal de México frente a las empresas privadas de energía renovable.
Trudeau dijo en una entrevista con Reuters publicada el viernes que él y Biden argumentarán ante AMLO que resolver la disputa ayudaría a atraer más inversión extranjera a México.
Biden y AMLO centrarán sus conversaciones en “ventanas de oportunidad” más que en problemas entre los dos países, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en una entrevista con una radio local el jueves, agregando que la empatía de Biden por México favorece las relaciones.
López Obrador busca el apoyo de Biden para obtener financiamiento de bancos de desarrollo para un ambicioso proyecto de energía solar cerca de la frontera norte, y también quiere asociarse con el Gobierno estadounidense en su esfuerzo por impulsar la fabricación nacional de semiconductores.
Estados Unidos está cada vez más preocupado por el contrabando de fentanilo desde México. Las muertes por sobredosis en Estados Unidos se han quintuplicado en las últimas dos décadas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, impulsadas en gran medida por el abuso del opioide sintético.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo el viernes que las autoridades fronterizas han incautado 20.000 libras de fentanilo desde agosto.
Antes de la visita de Biden, las autoridades mexicanas detuvieron a un hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su captura dejó 29 soldados y miembros del cártel muertos, según el Gobierno, pero el Gobierno de AMLO puede señalar la detención como una señal de que está tomando medidas enérgicas contra el narcotráfico.
El presidente estadounidense también busca mayor cooperación con las autoridades mexicanas en el control fronterizo.
Biden anunció la semana pasada la ampliación de un programa de libertad condicional que permitiría la entrada en el país de más inmigrantes procedentes de Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua mediante solicitudes presentadas a través de una aplicación telefónica. Pero junto con el nuevo programa, Estados Unidos denegará la entrada a más migrantes de esos países que se presenten en la frontera suroeste, devolviéndolos a México. El Gobierno de AMLO dice que apoya el plan.
También se espera que los líderes discutan el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en Haití. Estados Unidos desconfía de una intervención unilateral y ha presionado para que Canadá lidere cualquier esfuerzo. Canadá ha enviado equipos diplomáticos a Haití para evaluar las opciones, como una misión de formación de la policía, pero Trudeau ha dicho que cualquier participación internacional debe contar primero con el apoyo consensuado de los líderes políticos haitianos.
Canadá y Estados Unidos también han mantenido conversaciones para resolver una disputa sobre Nexus, un programa que permite el paso rápido de viajeros por aeropuertos y pasos fronterizos. Las dos partes se están acercando a un acuerdo, según informó Bloomberg News el viernes.
Biden y AMLO se reunirán con sus equipos el lunes, antes de que Trudeau se una a ellos para cenar. Los tres líderes celebrarán su cumbre el martes y está previsto que Biden parta hacia Washington después. Trudeau y AMLO se reunirán el miércoles.