Las estimaciones varían entre sí, pero todas coinciden en que se trata de mucho, mucho dinero.
Según la BBC, durante las próximas dos décadas, Estados Unidos vivirá lo que se considera como “la mayor transferencia de riqueza de la historia” entre generaciones.
En ese periodo, los miembros de la generación de los Baby Boomers -que ahora tienen aproximadamente entre 57 y 75 años- pasarán su riqueza a sus descendientes a medida que envejecen y mueren.
Se trata de un proceso natural que ocurre en todas las generaciones, pero que en este caso tiene una particularidad que lo distingue: la enorme cantidad de recursos en juego.
Desde 2018 y hasta 2042, unos US$70 billones estarán cambiando de manos, de acuerdo con cálculos de la consultora Cerulli Associates.
De esos fondos, los herederos recibirán aproximadamente US$61 billones mientras que el resto se convertirá en donaciones.
Aunque no beneficiará a todos, en este proceso no participarán solo unos pocos afortunados pues involucrará a unos 45 millones de hogares en Estados Unidos.
Pero ¿qué hace posible traspaso masivo de recursos y cuáles serán sus consecuencias?
“La generación más rica”
Nacidos tras el fin de la II Guerra Mundial, los Baby Boomers se vieron beneficiados por una economía en constante crecimiento, por la disminución de las tasas de impuestos para los hogares más ricos y por el notable aumento del valor de los bienes raíces y de las inversiones bursátiles.
Estas condiciones también favorecieron en parte a la llamada “generación silenciosa” (a la que pertenece el presidente Joe Biden), que en la actualidad representa solamente 6% de la población del país y acumula 32% de la riqueza que tienen los milmillonarios en Estados Unidos, según el Índice de Poder Generacional 2021 de Visual Capitalist.
Los Boomers, por su parte, son la generación que concentra mayor poder económico en el país (43%) y a la cual pertenecen los presidentes ejecutivos de 72% de las empresas incluidas en el índice bursátil S&P 500.
Ellos crecieron en un contexto económico muy favorable en el que era posible cursar estudios universitarios sin necesidad de incurrir en deudas de decenas de miles de dólares, los puestos de trabajo contaban con mayores protecciones y había un mercado inmobiliario mucho más accesible.
Estas condiciones les permitieron prosperar y construir un patrimonio que siguió aumentando con el tiempo.
Chayce Horton, analista de Cerulli Associates y experto en el ámbito del manejo de las grandes fortunas, señala que esta generación que va de retirada es la “más rica en la historia de Estados Unidos”.
Pero, ¿qué consecuencias traerá consigo este movimiento masivo de recursos?
Hacia el auge de las inversiones responsables
Aunque la “gran transferencia de riqueza” ya está en marcha, Horton advierte que en la actualidad estiman que en el marco de este proceso solamente en torno a un billón de dólares está cambiando de manos cada año.
“Nuestro modelo prevé que la mayor parte de la transferencia de riqueza se produzca en la parte final de estos 25 años. Esperamos que el traspaso de hasta el 70% de los US$70 billones ocurra entre 2032 y 2042”, apunta.
Se trata, pues, de un proceso gradual.
Eso no quiere decir, sin embargo, que su impacto no se hará sentir.
“El mensaje principal para las empresas de gestión de patrimonios es que habrá un auge de las inversiones que tengan en consideración temas de responsabilidad ambiental, social y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés)”, afirma Horton.
El experto explica qu une 79% de los millennials y un 57% de los miembros de la generación X aseguran que preferirían invertir en empresas que tengan un perfil ESG positivo, mientras que solamente el 37% de los Boomers considera que esto es importante.
Horton agrega que esto significa que en los próximos 25 años habrá preferencias por productos de inversión distintos, en especial, entre los hogares de mayor patrimonio que quieren usar su riqueza para tener un impacto positivo.
Ayudando a los millennials
Conocidos por pertenecer a la generación más endeudada y que menos patrimonio ha acumulado, los millennials podrán encontrar algún alivio gracias a esta transferencia masiva de riqueza.
Sin embargo, esto no ocurrirá pronto.
De acuerdo con las proyecciones de Cerulli Associates, un 44% de los recursos que cambiarán de manos irán a hogares encabezados por miembros de la Generación X, mientras que 32% estarán destinados a los millennials.
“Pero el grueso de esas transferencias a los millennials no ocurrirá sino hasta la etapa final, especialmente entre finales de la década de 2030 e inicios de la década de 2040, así que no es algo por lo que deberían quedarse esperando”, señala Horton.
“Esto puede ser potencialmente un apoyo, pero no puedo decir que vaya a curar todas las dolencias que actualmente están sufriendo o están esperando los hogares de los millennials”, agrega.
Asesorando a toda la familia
Pero la “gran transferencia de riqueza” ya está representando un reto importante tanto para las familias dentro de las cuales va a ocurrir esta transición como para las empresas de gestión de patrimonio que suelen asesorarles y ofrecerles opciones de inversión.
“Para los gestores de patrimonio una parte esencial de su trabajo está siendo establecer relaciones a través de varias generaciones. Se ha vuelto imperativo crear un vínculo con la próxima generación y, sobre todo, con las esposas”, señala Horton.
Explica que tradicionalmente estas empresas suelen tratar con el patriarca de la familia, pero que ahora hay que ir más allá.
“Para los gestores de patrimonio es esencial tener, al menos, una relación con la esposa porque con frecuencia y solamente hablando desde un punto de vista estadístico, sobrevivirá al marido y se convertirá en la cabeza de familia”, afirma.
“Pero es muy frecuente que cuando el marido fallece y la esposa hereda el dinero, ella busca otro asesor, con frecuencia una asesora. Eso se debe a que ella se sintió ignorada durante el proceso o, a veces, simplemente tiene otras preferencias o contactos”, agrega.
Horton indica que la misma situación se produce con los hijos pues también ocurre con frecuencia que cuando un patriarca mayor de 80 años fallece, sus herederos son adultos maduros de 50 o 60 años que ya tienen sus propios asesores de patrimonio.
“Entonces, es importante asegurarse de que estás asesorando a toda la familia. Así, sin importar lo qué ocurra ni quien fallezca, esos bienes permanecerán dentro de tu cartera de asesoría”, concluye.