Los estadounidenses continuaron tomando dinero prestado en el tercer trimestre para financiar sus compras, en un volumen mucho mayor al de igual período del año pasado, a pesar de una inflación cercana a sus máximos en 40 años.
Los impagos también crecieron, informó la filial neoyorquina de la Reserva Federal.
La deuda total de las familias estadounidenses ascendió a US$ 1,65 billones en el tercer trimestre, un alza de US$ 351,000 millones o 2.2% con relación a igual período del año pasado.
La cifra es US$ 2,360 millones más alta que el registro de fines del 2019, antes de que estallara la pandemia, señala el organismo en un comunicado de prensa.
“Los saldos de las tarjetas de crédito, de préstamos hipotecarios y préstamos automotores continuaron aumentando en el tercer trimestre de 2022, en una combinación de demanda robusta de consumo y precios más altos”, explicó Donghoon Lee, economista de la Fed de Nueva York.
El alza de tasas de interés mermó de todas formas la entrega de créditos hipotecarios.
El saldo de las tarjetas de crédito, muy utilizadas cotidianamente en Estados Unidos, tuvo su mayor incremento en 12 meses, con una subida de 15% en el tercer trimestre del año sobre igual período del año pasado. Se trata de la mayo alza en dos décadas.
Ante esta acumulación de deudas, se hace difícil para algunos hogares cumplir con sus vencimientos, por eso “la parte de la deuda impaga aumentó en casi todos los rubros” crediticios, señaló la Fed.