Algunas farmacias de Estados Unidos comenzarán a ofrecer vacunas contra el COVID-19 a partir del 11 de febrero, como parte de los esfuerzos para aumentar rápidamente la cantidad de dosis aplicadas a los ciudadanos.
El coordinador de la respuesta de la Casa Blanca para el COVID-19, Jeff Zients, dijo que debido a las limitaciones de suministro, el programa estará inicialmente enfocado en 6,500 farmacias de todo el país, pero eventualmente se expandirá a 40,000.
“Esto pondrá a disposición de las personas más sitios donde ser vacunados en sus comunidades y es un componente importante para aplicar las vacunas de forma equitativa”, explicó.
El programa dispone que las personas hagan citas en las farmacias para recibir sus dosis, a medida que el grupo de prioridad al que pertenecen se haga elegible para ello.
Más de 32.2 millones de inyecciones han sido aplicadas hasta ahora en el país, con poco menos de 6 millones de personas que ya han recibido las dos dosis necesarias de las vacunas de Pfizer o Moderna, según los datos oficiales.
Tras los cuellos de botella iniciales, los estados están haciendo crecer su tasa de administración de vacunas mientras el gobierno federal trabaja con los fabricantes para intentar aumentar el suministro.
El gobierno de Biden se ha puesto la meta de administrar 150 millones de dosis en sus primeros cien días, que se cumplen en abril.