Una investigación publicada el martes por el Banco de la Reserva Federal de Cleveland argumenta que los bancos centrales que enfrentan una caída sorpresiva en el número de trabajadores disponibles deberían adoptar un enfoque cauteloso, en lugar de agresivo, al endurecer la política monetaria, aunque eso implique tolerar un período de mayor inflación.
Esto proporciona una nueva perspectiva mientras los funcionarios de la Reserva Federal reflexionan sobre cuánto aumentar las tasas de interés. Los autores señalan que Estados Unidos sufrió un severo impacto en la oferta laboral en el 2020 cuando golpeó la pandemia y que la sabiduría convencional dicta que la política se endurece para enfriar la demanda de trabajadores para compensar el impacto en la inflación.
Si bien una política más restrictiva enfriaría la demanda de productos y mano de obra, una fuerza laboral aún más pequeña impulsaría el crecimiento de los salarios y la inflación más de lo que hubiera sido bajo una política “óptima”, dijeron los autores.
“Descubrimos que los cambios cíclicos en la participación de la fuerza laboral exigen una respuesta política menos restrictiva a una disminución en la oferta laboral”, escribieron Takushi Kurozumi, director general asociado del Banco de Japón, y Willem Van Zandweghe, economista de la Fed de Cleveland.
Basaron sus hallazgos adaptando modelos económicos estándar para incluir la posibilidad de que los trabajadores puedan salir y volver a ingresar a la fuerza laboral, reflejando más de cerca lo que sucede en una economía real.
“La política óptima anula la sabiduría convencional de que los bancos centrales pueden y deben compensar por completo los efectos inflacionarios de tal choque, obtenidos en modelos de libros de texto que se abstraen de la entrada y salida de la fuerza laboral”, escribieron.
Los funcionarios de la Fed están aumentando rápidamente las tasas de interés para frenar la inflación más alta en casi cuatro décadas y han dicho que esto tiene como objetivo directo reducir la sobrecalentada demanda de mano de obra. Pero la pregunta clave de dónde las tasas alcanzan su punto máximo y cuánto tiempo deben mantenerse allí sigue siendo un tema de debate.
Los banqueros centrales también cifran sus esperanzas en un aterrizaje suave de la economía, en el que el desempleo no aumenta demasiado mientras se reduce la inflación, sobre la idea de que regresen al mercado laboral algunas personas que lo abandonaron debido a las preocupaciones del COVID.
Los funcionarios se reunirán del 20 al 21 de setiembre y han puesto sobre la mesa otro aumento de 75 puntos básicos, luego de dos movimientos de este tipo en junio y julio, o un aumento de medio punto, dependiendo de los datos.