El gobierno de Estados Unidos consideró un “éxito” de las sanciones internacionales contra Rusia el hecho de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, esté ultimando un acuerdo para comprar diésel más barato de Rusia.
“Si resulta que hay países que están imponiendo su propio tope de precios y supone una negación sustancial de ingresos a Rusia en términos de su capacidad para vender petróleo no se trata de un fracaso de las sanciones”, dijo.
En su opinión, hay que verlo como “el éxito de la presión económica, que está disminuyendo los ingresos de Moscú”.
Bolsonaro afirmó este lunes que tiene “casi cerrado” el acuerdo y aunque no ofreció detalles estimó que servirá para reducir el precio de los combustibles en Brasil, que se ha disparado en consonancia con la revalorización del petróleo en el mercado internacional.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el pasado 24 de febrero, el líder brasileño mantiene una posición de “equilibrio” con respecto a la invasión militar rusa y se ha mostrado crítico con el cerco de sanciones económicas impuesto por Occidente al gobierno de Vladímir Putin.
El asesor estadounidense dijo no tener detalles del acuerdo brasileño, pero recalcó que el objetivo de Washington respecto a la venta de petróleo ruso al mercado internacional es reducir los ingresos de Rusia e intentar al mismo tiempo minimizar el impacto que esto pueda tener para el consumidor.
Los líderes del G7 establecieron en su cumbre en Elmau (Alemania) la posibilidad de prohibir el transporte del petróleo ruso a menos que su venta respete un precio máximo acordado con los socios internacionales y Rusia advirtió en respuesta que esto podría llevar a un incremento del costo del petróleo y a desequilibrios en el mercado.