El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que los crímenes rusos en Ucrania aumentan cada hora, con ataques que golpean hospitales, escuelas y edificios residenciales con civiles.
Moscú se enfrentaba el martes a un aislamiento cada vez mayor, ya que el presidente Vladimir Putin no dio señales de detener la invasión de Ucrania, donde los feroces combates y los bombardeos rusos han matado a decenas de personas y han provocado una crisis de refugiados.
“Los ataques rusos están golpeando escuelas, hospitales y edificios residenciales”, dijo Blinken en un mensaje en video al foro de Ginebra. “Los informes sobre los abusos a los derechos humanos y las violaciones del derecho internacional humanitario por parte de Rusia aumentan a cada hora”.
Agregó que el debate urgente del Consejo sobre Ucrania previsto para el jueves, en el que una resolución presentada por Kiev y sus aliados establecería una investigación internacional sobre las violaciones, es un “paso importante para garantizar la documentación y la rendición de cuentas”.
“Debemos enviar un mensaje resuelto y unificado de que el presidente (Vladimir) Putin debe detener esto incondicionalmente”, manifestó.
“Debemos rechazar los intentos de Rusia por justificar falsamente este ataque como una defensa de los derechos humanos, apropiándose indebidamente de términos que reservamos para las peores atrocidades y faltando al respeto a todas las víctimas de esos crímenes”, señaló.
Uzra Zeya, subsecretario de Estado de Estados Unidos para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos, declaró a los periodistas en Ginebra tras el discurso que la invasión rusa estaba “provocando una catástrofe humanitaria y de derechos humanos”.
El discurso de Blinken marcó el regreso de Washington como miembro con derecho a voto en el máximo organismo de derechos humanos de la ONU, que el gobierno de Donald Trump abandonó en el 2018 por lo que llamó un sesgo crónico contra Israel y una falta de reforma.
Pero dijo que el gobierno de Joe Biden continuaría contrarrestando lo que llamó el “sesgo anti-Israel del consejo y el enfoque injusto y desproporcionado en Israel en el Consejo”.
Blinken aseguró que China “sigue cometiendo genocidio y crímenes contra la humanidad en Xinjiang” con los uigures musulmanes. Se refería a los informes que indican que alrededor de un millón de uigures están detenidos en campos masivos en la remota región del noroeste, algunos de ellos sometidos a trabajos forzados, algo que Pekín niega.
Pidió que la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, hiciera público el informe de su oficina con las conclusiones sobre la situación.