El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. (Foto: EFE)
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. (Foto: EFE)

Cambiar el paradigma de la productividad y la competitividad es uno de los objetivos principales del nuevo Gobierno ecuatoriano, cuyo ministro de Producción, Julio José Prado, cree una vergüenza el nivel de inversión extranjera en su país: menos de 1% del Producto Bruto Interno (PBI).

Junto a “vacunación”, “producción” y “productividad” son los dos conceptos en los que más insiste el presidente con el fin de reactivar una economía que en el 2020 cayó 7.8% y este 2021 se espera que recupere apenas 2.5%.

“22,000 empresas han desaparecido por la , y las ventas en el sector cayeron en US$ 15,000 millones, que equivalen al 15% del PBI”, dijo el ministro.

Una nueva visión

Con una crisis sin precedentes, el de Lasso pretende reactivar a sus sectores productivos con medidas a corto plazo “para que las empresas con el agua al cuello encuentren una salida” y “evitar más desempleo”.

Más a largo plazo, con una nueva visión de “productividad, innovación y competitividad” porque, destaca Prado, ha encontrado “una desconfianza terrible entre lo público y lo privado”, que “no hay colaboración dentro del sector privado” y una “descoordinación entre instituciones públicas”.

“Todo ello -subraya- afecta a la productividad de las empresas, a sus costos y al proceso de competitividad, es decir, estar en capacidad de generar un valor agregado para que, a largo plazo, retribuya hacia la industria y las personas tengan un empleo de mejor calidad”.

Por ello, Ecuador gesta “por primera vez” una llamada “agenda de la competitividad” para que todos hablen “un mismo idioma” a través del recién creado Consejo Nacional Público-privado de competitividad, innovación y emprendimiento” y “cluster sectoriales” en los que Gobierno, academia y empresa privada pensarán juntos.

Acuerdos comerciales

Otra estrategia ha sido la reducción de aranceles por US$ 180 millones desde el 1 de agosto, la mayor en más de una década y que sale de “un sacrificio consensuado” en el Gobierno para dar oxígeno a las empresas.

Ecuador pasa por una crisis financiera desde el 2019 agravada por la pandemia, en la que han sido cruciales US$ 7,000 millones de los multilaterales en el 2020.

La tercera vía consiste en buscar acuerdos comerciales, una iniciativa que Lasso retoma del anterior Gobierno pero que aún requiere un fuerte impulso tras años de “una visión muy cerrada”.

“Los acuerdos comerciales son buenos y, un ejemplo es el que tenemos con la UE (Unión Europea). Había muchos temores sobre si la industria europea se iba a comer a la ecuatoriana, pero vemos seis años después que ha sido muy beneficio para los dos”, recuerda Prado.

Con un horizonte de explotación mucho mayor de ese acuerdo (“el doble o el triple, seguramente”), la “ruta” pasa por México, el mayor inversor privado en Ecuador y que le abriría el acceso a la Alianza del Pacífico (Ecuador tiene TLC con Colombia, Chile y Perú).

También figura uno más laborioso con y, en enero, se firmó otro con Reino Unido.

Paso clave en esta estrategia ha sido la reincorporación en junio del país andino al Ciadi, del que se retiró en el 2010 cuando el gobierno de Rafael Correa entró en el proteccionismo.

Inversiones

La elección el 11 de abril de un empresario como presidente fue interpretada por en los mercados como señal de optimismo, con una bajada inmediata del riesgo país de más de 300 puntos, y una progresiva revalorización de la deuda soberana.

Todo ello sustenta un creciente interés de invertir en el país andino, más aún cuando la ahora avanzada vacunación, el entorno político regional y los más altos precios del , su principal producto de exportación, avalan a priori la esperada recuperación.

Prado no elude la crítica a sus predecesores al asegurar que “es una vergüenza que Ecuador tenga el nivel de inversión extranjera directa que tiene”.

“Es uno de los más bajos de la región, menos del 1% del PBI. Si vemos el promedio de la última década está en US$ 500 millones o US$ 600 millones. En algunos casos es seis veces menor, y en otros 10 veces menor, a lo que reciben y Perú”.

Preguntado por las razones, considera que se debe a “gobiernos en el pasado que han sido en contra de la inversión extranjera”, en particular “la denuncia que hizo el gobierno antepasado (Correa) de los tratados bilaterales de inversión”. “(Pero) ahora estamos siendo muy claros y nuestro primer mensaje es que estamos abiertos a los negocios y queremos que las multinacionales vengan”, afirma.

El Gobierno convocará este año el “Ecuador Investment Summit” para mostrar proyectos de minería, transportes e infraestructuras.

Y aunque Prado reconoce que el Gobierno de Lenín Moreno hizo ya una parte del trabajo preparatorio, cree que la diferencia está en el liderazgo y la visión de Lasso, porque un ministro puede proponer, pero si no hay la decisión firme de avanzar uno puede tener una linda cartera pero se queda en papel”.

También prevé algún tipo de reforma al ISD, el impuesto a la salida de capitales cuya eliminación es más complicada de lo previsto porque representa unos US$ 1,000 millones de los que el fisco no puede prescindir ahora, si bien el ministro espera poder dar alguna señal de que queremos ir destrabándolo.