La transición mundial hacia una economía neutra en carbono provocará trastornos económicos que recuerdan la crisis energética de la década de 1970, según un documento del Peterson Institute for International Economics.
Incluso si los esfuerzos para reducir drásticamente las emisiones son digeribles a largo plazo, el impacto inmediato de los difíciles ajustes necesarios puede tener una magnitud similar al del período de crecimiento moderado y la inflación desenfrenada que se derivó de aquella crisis de los precios del petróleo, según Jean Pisani-Ferry, economista del centro de estudios con sede en Washington.
“Un optimismo razonable sobre los efectos a largo plazo de la transición hacia una economía neutra en carbono no es razón para pasar por alto los costos de la transición”, señala Pisani-Ferry en el estudio publicado el miércoles. “Estos costos, aunque soportables, probablemente sean significativos. En lugar de pretender que son triviales, los responsables políticos deberían afrontar la realidad y diseñar estrategias de transición en consecuencia”.
Una de las razones que explica la magnitud de los trastornos es que los Gobiernos los postergaron demasiado, lo que hizo necesaria una transición abrupta, argumenta Pisani-Ferry.
Este año, la Comisión Europea en Bruselas publicó una serie de leyes para reajustar la economía con el objetivo de reducir la contaminación en al menos un 55% desde los niveles de 1990 para 2030.
La consecuencia económica de tal transformación equivale fundamentalmente a “poner precio a un recurso que antes era gratuito”, escribió. Si bien los consumidores se beneficiarán de la preservación del clima, es probable que el bienestar se vea afectado a corto plazo y las finanzas públicas podrían verse afectadas cuando los Gobiernos intenten mitigar las consecuencias negativas, según el estudio.
“Se necesita urgentemente una discusión mejor y más precisa sobre la macroeconomía de la acción climática”, dijo Pisani-Ferry. “No es minimizando los desafíos que se avecinan como los analistas y expertos en políticas preocupados convencerán a los políticos y al público para que intensifiquen los esfuerzos de descarbonización, sino abordándolos a fondo”.