Las cargas de la deuda mundial se dispararon durante el segundo trimestre, mientras hogares aprovechaban las bajas tasas hipotecarias y los Gobiernos continuaban pidiendo altos préstamos para reactivar las economías golpeadas por la pandemia.
El monto de la deuda global pendiente aumentó durante los tres meses en aproximadamente US$ 4.8 billones a un récord de US$ 296 billones, según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
El aumento fue liderado por los hogares, que agregaron US$ 1.5 billones de deuda durante el primer semestre del año, liderados por Estados Unidos, China y Brasil.
Los compradores de viviendas aprovecharon las bajas tasas de interés y aumentaron el gasto a medida que los países salían de las cuarentenas. Mientras tanto, las deudas gubernamentales y corporativas aumentaron respectivamente en US$ 1.3 billones y US$ 1.2 billones durante el período de seis meses.
Al mismo tiempo, el monto de la deuda en relación con el tamaño de la economía mundial disminuyó por primera vez desde el inicio de la pandemia a medida que repuntaba el crecimiento. La carga total de deuda se situó en aproximadamente el 353% de la producción económica anual mundial, una caída de nueve puntos porcentuales desde el pico durante los primeros tres meses del 2021.
“La recuperación no ha sido lo suficientemente fuerte como para llevar los índices de endeudamiento por debajo de los niveles prepandémicos en la mayoría de los casos”, escribió en el informe Emre Tiftik, director de investigación de sostenibilidad del IIF.
Excluyendo el sector financiero, solo México, Argentina, Dinamarca, Irlanda y Líbano tienen una relación deuda-PBI inferior a su nivel previo a la pandemia, según el informe.
Entre otros hallazgos del informe, también se reveló que la deuda de los mercados emergentes, excluida China, se elevó a un récord cercano a los US$ 36 billones, impulsada por el endeudamiento del Gobierno en Brasil, Corea y Rusia.
Se proyecta que la emisión global de bonos sostenibles y préstamos alcanzará los US$ 1.2 billones en el 2021. Ya llegó a los US$ 800,000 millones, superando el total de todo el año pasado.
“El ritmo de acumulación de deuda de China ha sido mucho más pronunciado que en otros países”, escribe el IFF. Creció US$ 2.3 billones a US$ 55 billones en el segundo trimestre, y los no financieros representaron más del 40% del aumento.