Rusia citará en breve a la embajadora británica, Deborah Bronnert, para presentarle supuestas pruebas de la implicación del Reino Unido en el ataque ucraniano el sábado pasado contra la Flota del Mar Negro en Sebastopol y el acto de sabotaje contra los gasoductos Nord Sream, informó hoy Exteriores.
“Por supuesto, no hay duda de que los servicios de inteligencia británicos están involucrados en el ataque terrorista a la base de la Flota del Mar Negro en Sebastopol el 29 de octubre”, señaló la portavoz de Exteriores, María Zajárova, en su rueda de prensa semanal.
Indicó que esto no quedará sin respuesta, tal y como ya adelantó el Kremlin y la diplomacia rusa en el Consejo de Seguridad de la ONU esta semana.
“Y, por supuesto, como ya dije, se convocará a la embajadora británica, a quien se le proporcionará el material pertinente. Y les prometo que los mismos materiales, más o menos, que se entregarán como prueba a la parte británica, también serán conocidos por el público en general”, afirmó Zajárova.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo la víspera que los servicios de seguridad rusos tienen información que “indica que consultores militares británicos supervisaron y coordinaron el ataque contra la bahía de Sebastopol” con drones navales ucranianos que dañó un dragaminas ruso.
También hay información “de que el Reino Unido tiene relación con el acto de sabotaje o, como decimos en Rusia, el ataque terrorista contra infraestructuras energéticas críticas, que no es una infraestructura rusa, sino una internacional”, añadió sobre las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó el lunes en una rueda de prensa que el consejero delegado de Gazprom, Alexéi Miller, le informó del análisis que efectuó el consorcio gasístico con un barco de la empresa Nord Stream AG en la zona del incidente.
Según el jefe del Kremlin, había dos cráteres de entre 3 y 5 metros de profundidad en el lecho del Nord Stream.
“La explosión arrancó un tramo de tubería de 40 metros y separó los extremos del gasoducto en 259 metros. El pedazo de tubería arrancado se dobló 90 grados y fue despedido a una distancia de 40 metros en dirección al Nord Stream 2, que también por lo visto recibió daños a consecuencia de esta explosión, las esquirlas y los restos de la tubería”, explicó.
De acuerdo con Rusia, en el Nord Stream resultaron dañados los dos hilos, en tanto que en el Nord Stream 2 solo uno.
Ambos gasoductos estaban inactivos pero llenos de gas en el momento de la explosión, el primero por una fuga de aceite detectada supuestamente en la única estación compresora que aún funcionaba en territorio ruso y el segundo por la negativa de Alemania a concederle la certificación incluso antes del inicio de la campaña militar de Rusia en Ucrania.