Cuba. (Foto: AFP).
Cuba. (Foto: AFP).

Las modificaron una serie de medidas para los trabajadores privados que eran impopulares entre estos emprendedores y les impedían tener más de una licencia o los limitaba.


La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González, aseguró que tras escuchar a representantes del sector no estatal se modificaron las normas dadas a conocer en julio y que por ejemplo restringían a los pequeños empresarios y autoempleados a que tuvieran solo un permiso. Entre otros, no se podía ser manicurista y arrendar un cuarto o vender artesanías a la vez.


Las más ajustadas --y que ahora se modificaron-- para los trabajadores independientes se dieron a conocer en julio --luego de casi un año de paralización de las entregas de permisos en los rubros más exitosos o que competían con el Estado, como hostales o bares-- y entrarían en vigor el viernes próximo.


Sin embargo, González indicó que estos meses se realizaron seminarios y encuentros con miembros de este sector y se recogieron opiniones negativas, por lo que se dispuso estas modificaciones.


El trabajo por cuenta propia “es un complemento de la actividad estatal”, aseguró González, quien defendió la actividad como fuente de empleo, ingresos en impuestos o mejoras en la oferta a la población, al tiempo que reconoció que “también se han constatado irregularidades”, lo que dio lugar a la norma de julio que entrará en vigor el viernes, aunque con estas modificaciones.


Ahora los cubanos podrán tener más de una licencia como empleados no estatales siempre y cuando sean coherentes, explicó la ministra, quien citó el ejemplo de una persona que tenía siete de estos permisos tan diversos como talabartero, vendedor de piñatas o transportista.


Otro de los cambios anunciados fue la restricción para la cantidad de sillas de restaurantes, conocidos aquí como paladares, que la ley de julio limitaba a 50 y ahora no tendrán una limitación.


Las reformas aperturistas comenzaron en el 2010 impulsadas por el expresidente Raúl Castro para lograr una mayor productividad y contribuir a una economía que sufría una fuerte crisis. Hasta entonces el trabajo por cuenta propia o independiente del Estado era estigmatizado en el marco de un modelo socialista en el cual primaba lo estatal en la producción y los servicios.


Desde entonces se dieron a conocer muchas normas que fueron regulando al sector, pero en el 2017 de manera sorpresiva se paralizó la entrega de licencias levantando suspicacias de que podía significar un retroceso aperturista. En julio las normas ahora modificadas levantaron críticas.


De todas formas el sector no estatal creció dramáticamente en estos años, pasando de 157,000 personas en el 2010 a unas 588,000 en octubre de este año y constituyendo el 13% de los ocupados en el país, según cifras proporcionadas por la funcionaria González.


Otras modificaciones a la norma original de julio que se anunciaron tuvieron que ver con límites a los saldos en cuentas fiscales exigidos a un grupo de emprendedores y reorganización de los esquemas tributarios para las provincias menos desarrolladas.