Cuarenta miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y los 27 países de la Unión Europea (UE), anunciaron que tomarán medidas contra Rusia y Bielorrusia para “proteger sus intereses esenciales en materia de seguridad”.
Entre estas medidas podría figurar la suspensión unilateral del tratamiento de nación más favorecida a Rusia, algo que ya han dictado en días recientes algunos de los países hoy firmantes, como Estados Unidos, Canadá o los de la UE.
“Como miembros de la OMC tomaremos cualquier medida que creamos necesaria para proteger nuestros intereses esenciales en materia de seguridad, lo que incluye acciones en apoyo de Ucrania o suspensión de concesiones u otras obligaciones con respecto a Rusia”, señalaron en un comunicado remitido por la Misión de Estados Unidos ante la ONU en Ginebra.
En dicho comunicado también dieron por suspendido el proceso de admisión en la OMC de Bielorrusia, por el “apoyo material” de este país a las acciones de Rusia en Ucrania.
Albania, Australia, Islandia, Japón, Corea del Sur, Moldavia, Montenegro, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte y Noruega también se sumaron a esta declaración conjunta, en la que los cuarenta firmantes reiteraron su condena de la invasión rusa y su solidaridad con Ucrania.
El estatus de nación más favorecida existe para evitar que los países que forman la OMC (164) establezcan discriminaciones entre sus diversos interlocutores comerciales.
En virtud de ello, si se concede a un país una ventaja especial, por ejemplo, la reducción arancelaria a uno de sus productos, se tiene que hacer lo mismo con todos los demás miembros de la organización (salvo excepciones, como en el caso de los acuerdos de libre comercio).
En la práctica, retirarlo permitiría aplicar tasas arancelarias a las importaciones de Rusia al nivel que deseen, negar a firmas rusas acceso a sus mercados de servicios y no proteger sus derechos de propiedad intelectual.
La UE solicitó por otro lado este lunes la suspensión de un panel del órgano de resolución de disputas formado en la OMC para resolver un contencioso comercial iniciado por Bruselas contra Rusia el pasado año.
Esta disputa había sido iniciada por Bruselas en julio del 2021, por considerar que Rusia aplica políticas de precios, requisitos de autorización y cuotas mínimas con el fin de beneficiar a sus productores nacionales, en contravención de las leyes del comercio internacional por las que vela la OMC.
Este movimiento poco habitual en el seno de la organización con sede en Ginebra es visto por algunos observadores como un paso más para aislar a Rusia en éste y otros organismos internacionales.
El progresivo aislamiento de Rusia en el seno de la OMC podría comprometer las preparaciones de la Conferencia Ministerial prevista para el 13 de junio.