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Algunos aeropuertos están implementando pruebas rápidas de coronavirus y trabajan con aerolíneas para impulsar tecnologías que aún se están desarrollando, como una forma de reactivar los viajes aéreos internacionales atrofiados.
Las pruebas, que se pueden realizar en 30 minutos, se consideran la mejor esperanza para que la industria de la aviación supere los nuevos obstáculos a los viajes que han detenido un modesto repunte del tráfico durante el verano. Otras iniciativas incluyen un experimento finlandés con perros que pueden olfatear el virus.
Fiumicino, de Roma, fue el primero en introducir la detección rápida el 16 de septiembre, seguido el mes próximo por los vuelos de United Airlines desde San Francisco a Hawái, mientras que Heathrow, en Londres, el aeropuerto más transitado de Europa, ha probado tres tecnologías rivales.
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La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) respalda los controles obligatorios a la salida para desbloquear los vuelos antes de la llegada de una vacuna contra el COVID, y Deutsche Lufthansa AG quiere utilizar pruebas para reabrir el mercado transatlántico.
La industria de la aviación está adoptando un enfoque de “hágalo usted mismo”, después de que los esfuerzos anteriores para reunir a las autoridades mundiales en torno a un plan unido fracasaran.
Un reciente aumento en los casos de virus provocó un conjunto aleatorio de nuevas restricciones, lo que interrumpió la recuperación del tráfico aéreo. Ahora las aerolíneas están trabajando para poner en marcha las pruebas previas al vuelo en unos cuantos mercados con la expectativa de que las sigan otras ubicaciones.
“Las pruebas están listas, probablemente los gobiernos estén listos para escuchar y sabemos que los pasajeros están listos para ser evaluados”, dijo el director general de IATA, Alexandre de Juniac, el jueves en el Festival Mundial de Aviación. “Necesitamos que el sistema funcione, y rápidamente. De lo contrario, esta industria no sobrevivirá”.
Los controles universales presentarán desafíos logísticos e impactarán la forma en que las personas viajan, pero son vitales para la eliminación de las medidas de cuarentena que están “matando la recuperación de la industria”, dijo.
Las últimas cifras de tráfico mundial muestran que los mercados de larga distancia todavía están en gran parte anclados y que la recuperación de las operaciones nacionales y regionales se ha estabilizado. Las restricciones han sido especialmente fluidas en Europa, lo que hace imposible que los viajeros sepan si necesitarán aislarse a sí mismos cuando regresen a casa.
El director ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby, dijo el martes en una conferencia de viajes de Skift que “todos están de acuerdo en que es una buena idea” tener pruebas en el aeropuerto y corredores aéreos para reiniciar los viajes internacionales, pero que la industria ha tenido problemas para navegar tales propuestas más allá de la burocracia gubernamental.
United dijo el jueves que lanzará un programa piloto en la ruta de Hawái a partir del 15 de octubre, y agregó que está trabajando con funcionarios del estado para garantizar que los clientes con resultados negativos puedan omitir un requisito de cuarentena de 14 días.
Los nuevos esfuerzos se centran en controles rápidos de antígenos, que buscan la presencia de las proteínas del virus, haciéndolos más rápidos y baratos, pero algo menos precisos que los métodos establecidos que detectan sus ácidos nucleicos. Las pruebas deberían estar listas para su implementación el próximo mes, según De Juniac, quien dijo que todas las aerolíneas miembro del grupo comercial respaldaron su uso.
El respaldo marca un alejamiento de las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) más conocidas, que han sido consideradas como el estándar de oro para las pruebas de COVID, pero que son relativamente inadecuadas para el uso en aeropuertos, ya que por lo general demoran cuatro o cinco horas para identificar los marcadores genéticos del virus en un laboratorio.
Heathrow, que buscaba introducir pruebas de PCR que costaran 150 libras (US$ 191 dólares), también había propuesto una segunda prueba cinco días después para permitir el período de incubación del virus, durante el cual las personas necesitarían aislarse por sí mismas. Gran Bretaña declinó ratificar el plan, diciendo que era poco probable que atrajera a los viajeros desalentados por un período de cuarentena de 14 días para las llegadas de países en riesgo.
Vuelos a Milán
El aeropuerto ahora está presionando para realizar pruebas rápidas antes de la salida, aunque su director ejecutivo, John Holland-Kaye, advirtió el miércoles que será “más desafiante” para el modelo ganar aceptación, ya que los países de destino necesitarían confiar ciegamente en la precisión de los controles.
El ensayo italiano a un mes realizado por Aeroporti di Roma SpA hasta ahora incluye servicios exclusivamente domésticos operados por la estatal Alitalia SpA entre la capital y el aeropuerto de Milán Linate. Los pasajeros de determinados vuelos deben someterse a una prueba rápida de antígenos, cuyo costo corre a cargo del gobierno regional de Lazio.
Las pruebas requieren que los posibles viajeros sean muestreados con un hisopo, y los resultados están disponibles en 30 minutos. Las personas también pueden abordar los vuelos si han sido revisadas el día anterior desde su vehículo en el aeropuerto, o si se han sometido a un control de PCR en las 72 horas anteriores.
A cualquier persona que se encuentre infectada se le niega el embarque y tendrá que regresar a casa para aislarse, habiendo completado previamente un formulario en el que se comprometió a hacerlo en caso de un resultado positivo.
AdR dijo que está en conversaciones con Lufthansa, la rusa Aeroflot y Emirates, con sede en Dubai, sobre la introducción de las pruebas para sus vuelos desde Fiumicino. También está interesada en ofrecer el procedimiento para los servicios a Nueva York, en un intento por restaurar un enlace transatlántico vital que actualmente está cerrado para todos menos los pasajeros repatriados.
Lufthansa dijo por separado el martes que planea comprar kits de prueba de Abbott Laboratories –que también se utilizarán en el ensayo de United– y Roche Holding AG. Roche dijo el día anterior que su escaneo rápido de antígenos estaba disponible en Europa y que solicitaría una autorización de emergencia en Estados Unidos. La aerolínea alemana dijo que está trabajando con socios para utilizar las pruebas para abrir rutas en EE.UU.
US$ 10 por prueba
De Juniac dijo que las pruebas masivas de antígenos costarían solo alrededor de US$10 una vez que estuvieran disponibles universalmente y espera que los gobiernos las financien. Los empleados aeroportuarios podrían realizar el examen sin capacitación médica especializada y los resultados estarían disponibles en 15 minutos, con una sensibilidad de 97%, dijo.
El director de la IATA dijo que las pruebas rápidas podrían implementarse junto con las verificaciones de PCR, que podrían permanecer disponibles para los pasajeros que deseen ser examinados antes del viaje.
Heathrow realizó ensayos de campo con tres tipos diferentes de prueba rápida de coronavirus el mes pasado.
Uno, ideado por GeneMe de Polonia, puede detectar el virus en hisopos de nariz o garganta en aproximadamente 30 minutos, mientras que otro, de Mologic, con sede en el Reino Unido, usa una muestra de saliva para identificar anticuerpos virales en aproximadamente 10 minutos.
El centro también probó el sistema Virolens menos convencional del emprendimiento británico iAbra, que despliega una cámara digital y un microscopio para producir una imagen de estilo holograma muy ampliada de una muestra en solo 20 segundos. Luego, se puede escanear en busca del virus de forma distintiva utilizando software de inteligencia artificial.
Más rápido incluso que el escaneo óptico, Finlandia está desplegando perros en el aeropuerto de Helsinki que han sido entrenados para localizar a personas con el virus en solo 10 segundos, olfateando una toallita para la piel. El servicio es voluntario y está dirigido a los pasajeros que llegan.
El director de Virgin Atlantic Airways Ltd., Shai Weiss, dijo en una entrevista que las pruebas rápidas mantienen la esperanza de un resurgimiento a corto plazo para especialistas de larga distancia como el suyo, que generalmente despliega el 70% de la capacidad en el Atlántico Norte.
“Si supiéramos que habría una cuarentena en marzo, podríamos acomodarnos, pero no hay garantía de eso”, asegura. “Las pruebas son la única forma de hacer que la aviación se mueva y permitir que la economía despegue”.