Las nuevas infecciones y las muertes por VIH/SIDA pueden aumentar debido a que la pandemia de COVID-19 ha perturbado las medidas de prevención, afirmó la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Byanyima, que también es secretaria general Adjunta de las Naciones Unidas, dijo que durante la primera fase de la pandemia en particular, menos personas optaron por hacerse la prueba y algunas abandonaron el tratamiento debido a las largas colas en las clínicas u otras medidas de seguridad pública que impidieron el acceso a las medidas de prevención.
“Anticipamos que en los próximos años se produzcan más muertes y más infecciones como resultado de estas interrupciones”, declaró con motivo del Día Mundial del Sida.
Byanyima dijo que el nacionalismo de las vacunas, en el que los países ricos compran los suministros de vacunas y las naciones pobres se quedan esperando, ha sido “una de las partes más tristes del lugar en que nos encontramos”.
Debido a que los países ricos han acaparado vacunas, poco más del 7% de la población africana ha sido totalmente vacunada, según el proyecto Our World in Data de la Universidad de Oxford.
Algunos científicos creen que eso podría haber sido un factor en el desarrollo de ómicron, la nueva variante descubierta por primera vez en el sur de África que ha provocado la alarma por las posibilidades de que las vacunas no sean eficaces contra ella.
“Para la mayoría de nosotros no es una coincidencia que haya surgido en el África subsahariana, donde hay muchas infecciones de VIH infradiagnosticadas o personas inmunodeprimidas”, afirmó John Moore, profesor de microbiología e inmunología del Weill Cornell Medical College de Nueva York.
Moore dijo que las personas inmunodeprimidas no pueden eliminar la infección tan rápidamente como las que tienen un sistema inmunitario sano, y que una respuesta inmunitaria no óptima puede permitir que el virus siga mutando.
“Así es como se cree que han surgido las otras variantes: en personas inmunodeprimidas”, manifestó.
Byanyima comentó que las investigaciones muestran que las personas con VIH no tienen más probabilidades que otras de infectarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, pero que una vez infectados, tienen un riesgo mucho mayor de padecer una enfermedad grave.
“Por eso, para los países en desarrollo con una alta carga de VIH, esto es fundamental”, indicó sobre el acceso a las vacunas contra el COVID-19.