Chile, uno de los países con las medidas más estrictas para contener el COVID-19, inaugura este jueves una nueva fase de la pandemia: la mascarilla deja de ser obligatoria al aire libre en 14 de sus 16 regiones.
Los cubrebocas sí serán obligatorios, sin embargo, en espacios cerrados y en todo espacio abierto donde no se pueda mantener una distancia física de más de un metro, como ferias o plazas.
Las únicas regiones donde de momento sí son necesarias las mascarillas son en las norteñas Arica y Tarapacá, donde la situación epidemiológica es distinta, además de en algunas ciudades o territorio aislados como la isla de Pascua, a 3,000 kilómetros en el Pacífico.
Se trata de una de las medidas más esperadas en Chile, donde la pandemia lleva semanas en retroceso tras el pico provocado por la contagiosa variante ómicron en febrero y que elevó los contagios diarios a casi 40,000 infecciones
“Yo creo que sí voy a seguir llevando la mascarilla siempre porque llega el invierno y va a haber muchos otros virus circulando”, dijo a Efe la jubilada Ana Gutiérrez.
“Para mí, sí es un alivio el fin de la mascarilla y poder andar más libre por la calle”, aseguró unos metros más adelante a Efe la estudiante Javiera Fernández.
El fin del uso obligatorio de mascarillas forma parte de una nueva estrategia para enfrentar la pandemia lanzada este martes por el Gobierno chileno y que incluye tres fases en función del riesgo epidemiológico: bajo, medio y alto.
Chile, que ha llevado a cabo uno de los procesos de inoculación más exitosos del mundo, también deja de exigir desde este jueces la vacunación contra el COVID-19 ni la realización de una prueba PCR para extranjeros que ingresen al país.
Todos estos avances podrían retroceder en función de la situación epidemiológica, según el plan estipulado por el Gobierno.
El pasado domingo se anunció también la apertura total de fronteras terrestres a partir de mayo, ya que hasta ahora solo se podía ingresar al país a través de aeropuertos internacionales y algunos pasos concretos.
Con más de 3.5 millones de casos y 57,098 muertos, Chile registró el miércoles menos de 2,500 nuevas infecciones y cuatro fallecidos, mientras que la tasa nacional de positividad se mantuvo por debajo del 5%, el umbral que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estipula para tener la pandemia controlada.