Mientras los soldados en Ucrania continúan luchando contra los avances rusos en el este del país, se está librando otra batalla lejos del frente. Es una guerra por el control de internet en Ucrania.
En áreas de Ucrania bajo ocupación rusa, el acceso a internet a menudo se ha eliminado o interrumpido, dejando a la población local aislada del resto del mundo. Ahora, está surgiendo una nueva tendencia: internet vuelve a estar en línea, pero Ucrania ya no administra el tráfico. Ha sido redirigido a redes propiedad del Gobierno ruso.
A mediados de mayo, soldados rusos allanaron un proveedor de Internet llamado Status en la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, y obligaron a sus propietarios a conectarse a una red en Crimea, según el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania.
Para el 30 de mayo, el tráfico de Internet de Status se había configurado para fluir a través de Miranda Media, una filial con sede en Crimea de la empresa de telecomunicaciones estatal rusa Rostelecom, según el grupo de monitoreo de internet NetBlocks.
El cambio significa que los datos de los usuarios ahora pueden ser monitoreados por un sistema de vigilancia del Gobierno ruso conocido como SORM, mientras que su capacidad para navegar libremente por internet también puede estar restringida, según Victor Zhora, subjefe del servicio de protección de la información de Ucrania.
“El uso del sistema SORM es impensable en Ucrania. Este tipo de sistemas de vigilancia que tiene Rusia claramente violan los derechos humanos”, dice Zhora. “El objetivo del enemigo es despojar a nuestro pueblo del acceso a la información verdadera, haciendo que solo esté disponible la propaganda rusa”.
Los ciudadanos de ciudades ocupadas como Jersón ahora se enfrentan a una elección difícil: estar desconectados de internet y no poder comunicarse con sus seres queridos, o conectarse a una red que opera bajo la atenta mirada del Estado ruso. Muchos han elegido la última opción, a pesar de la desaprobación de las autoridades ucranianas.
Hudz Dmitriy Aleksandrovich es el director ejecutivo de Skynet, un pequeño proveedor de Internet en Jersón. Después de que Rusia capturó la ciudad a principios de marzo, los clientes de Aleksandrovich ya no pudieron acceder a internet y quedaron aislados de amigos y familiares. La única forma en que podía volver a ponerlos en línea era conectarse a Miranda, la red controlada por Rusia. Decidió hacerlo.
Ahora, dice en una entrevista, el servicio de seguridad de Ucrania lo acusó de traidor y arrestó y encarceló a uno de sus colegas en la región cercana de Óblast de Dnipropetrovsk, que todavía está bajo control ucraniano. Teme que lo arresten a él también, pero actualmente está fuera del alcance de las autoridades ucranianas en Jersón.
“Si eres médico, ayudarás a la gente, a todos”, dice Aleksandrovich. “No soy un traidor. Somos un proveedor de internet, debemos ayudar a las personas. Este es mi deber”.
El servicio de seguridad ucraniano no respondió a un mensaje en busca de comentarios sobre las acusaciones de Aleksandrovich.
Los satélites Starlink de Elon Musk han proporcionado un salvavidas en algunas áreas ocupadas, permitiendo el acceso a internet cuando las líneas fijas están desconectadas. Pero el servicio de Starlink no se usa mucho en el país. A principios de mayo, Starlink en Ucrania tenía unos 150,000 usuarios activos, según el viceprimer ministro de Ucrania. Eso es menos del 0.5% de la población de Ucrania.
En total, hay más de 700 proveedores de internet con sede en territorios ucranianos que actualmente se encuentran bajo ocupación rusa, según Liliia Malon, comisionada del regulador de infraestructura y servicios digitales de Ucrania. Todos esos proveedores son vulnerables a la interferencia rusa, dice Malon.
“Para los ocupantes rusos, es un blanco y un objetivo destruir nuestra infraestructura de internet o simplemente capturarla”, dice Malon. “Pero realmente creemos y esperamos que este territorio regrese a nosotros muy pronto y este problema desaparezca”.