También se necesitan ingenieras como modelos que inspiren a más chicas —y también a chicos— para que estudien carreras tecnológicas, refiere artículo de WEF. (Foto: GEC)
También se necesitan ingenieras como modelos que inspiren a más chicas —y también a chicos— para que estudien carreras tecnológicas, refiere artículo de WEF. (Foto: GEC)

Atraer y apoyar a más mujeres ingenieras redunda en beneficio de todos, ya que aumenta el potencial para desarrollar soluciones inclusivas e innovadoras para los complejos problemas a los que se enfrenta el mundo, según indica Ania López, representante nacional del Consejo Ejecutivo de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería.

En su artículo publicado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), López señala que la ingeniería debe tener un perfil lo más diverso posible; algo a tener en cuenta, ya que la UNESCO celebra su primer día mundial de la ingeniería el 4 de marzo.

Precisó que fue la ingeniera Stephanie Kwolek quien descubrió la fibra a prueba de balas Kevlar y que ahora protege a todos los soldados del mundo, en tanto fue Josephine Cochrane quien inventó el lavavajillas. Sin embargo, estas y otras mujeres fueron ignoradas a la hora de registrar patentes y conceder premios en favor de sus supervisores.

Agrega que el cambio climático, el acceso al agua potable y el saneamiento, la energía limpia y unas ciudades más habitables son retos actuales que precisan ingenieros.

Y tanto en las ciudades como en las zonas rurales, las mujeres soportan a menudo, como consecuencia, una carga mayor, lo que implica que podemos aportar perspectivas exclusivas en el desarrollo de soluciones de gran impacto.

Por ejemplo, en muchos países africanos, las mujeres de las zonas rurales suponen una gran parte de la mano de obra en las granjas y son responsables de recoger leña, por lo que soluciones energéticas como las estufas de cocina limpias, diseñadas pensando en las mujeres, serían claramente más eficaces.

Aun así, con una representación femenina de apenas entre el 8% y el 10% de los ingenieros en países como Kenia y Sudáfrica, probablemente se pierdan estas perspectivas que tienen en cuenta la cuestión de género.

Esto también ocurre en países más industrializados como Canadá y Nueva Zelanda, donde las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en el ámbito de la ingeniería, y a menudo representan menos de un quinto de la mano de obra de ingeniería.

En consecuencia, indica que se llega a situaciones que incluyen pruebas de accidentes de coches que solo se realizaban con maniquíes masculinos hasta 2011, o medicamentos probados y producidos pensando únicamente en la biología masculina.

La contratación de más ingenieras puede mejorar el diseño de nuevos productos y soluciones que beneficien a hombres y mujeres por igual. También se necesitan ingenieras como modelos que inspiren a más chicas —y también a chicos— para que estudien carreras tecnológicas y científicas e impulsen una nueva generación de profesionales técnicos”, sostiene.

Agregó que numerosos países de todo el mundo están experimentando un déficit de talento en ingeniería, que en ocasiones se suma a los perjuicios que ponen trabas a la mitad de la mano de obra potencial.

Los esfuerzos dirigidos a aumentar el equilibrio de género en la educación superior, como las iniciativas Athena - Swan, financiada por el gobierno del Reino Unido, y el proyecto STEM and Gender Advancement (SAGA) de la UNESCO para la mejora de las políticas nacionales, han contribuido a marcar la diferencia.

Apuntó que la cifra de mujeres en el sector de la ingeniería en Italia, por ejemplo, aumenta progresivamente, como demuestra el incremento de la cifra de mujeres ingenieras graduadas de un 16% en el cambio de siglo a un 28% en 2017.

Contar con más mujeres en puestos superiores contribuirá a dar visibilidad a las oportunidades para las ingenieras, al tiempo que garantizará decisiones ejecutivas más representativas, inclusivas y equitativas”, refirió

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