Un anuncio del gobierno de Hong Kong que promueve la ley de seguridad nacional aprobada por China. (Foto por ISAAC LAWRENCE / AFP).
Un anuncio del gobierno de Hong Kong que promueve la ley de seguridad nacional aprobada por China. (Foto por ISAAC LAWRENCE / AFP).

Si bien muchos habitantes de Hong Kong temen la nueva ley de seguridad de China, la comunidad empresarial la ve como una forma de reanudar la actividad económica.

Después de meses de manifestaciones a favor de la democracia, que han sumido a Hong Kong en una crisis sin precedentes, las autoridades de Pekín esperan que la ley permita un retorno a la calma en este centro financiero internacional.

Mientras los grupos de derechos y los juristas temen que esta ley aseste un golpe fatal a la autonomía y la libertad de expresión en el territorio, muchos círculos empresariales la aprueban, esperando un retorno de la estabilidad.

A principios de esta semana, la cámara general de comercio de Hong Kong consideró que esta ley era “un instrumento que contribuye a restablecer la estabilidad y la confianza en Hong Kong, duramente afectada desde el año pasado por los disturbios sociales”.

El mes pasado, los gigantes bancarios británicos HSBC y Standard Chartered, con sede en Hong Kong y China, se unieron a otras empresas para apoyar este texto.

Los analistas y los miembros de la comunidad empresarial señalan que si bien esta ley podría complicar la actividad en Hong Kong, es poco probable que provoque un éxodo masivo de empresas extranjeras.

Sin embargo, una disposición de la ley que aún no está clara suscita preocupación, la de la preeminencia de los tribunales chinos sobre los de Hong Kong.

La ciudad se ha convertido en uno de los grandes centros financieros internacionales gracias a la reputación de independencia de su sistema judicial. Es un centro de arbitraje y resolución de conflictos, especialmente con empresas de China continental.

Puerta de entrada a China

En virtud del principio “un país, dos sistemas”, que había presidido la retrocesión de la antigua colonia británica a China, la autonomía jurídica de Hong Kong estaba garantizada hasta el 2047.

Este principio había hecho de Hong Kong una puerta de entrada a China para las empresas extranjeras.

La nueva ley podría asestar un duro golpe a este sistema y el colegio de abogados de Hong Kong afirmó el jueves “estar profundamente preocupado”.

La ley amenaza los derechos fundamentales y la libertad de expresión, dijo la organización, que también teme que un juicio justo ya no será posible.

Los analistas recuerdan la forma en que algunas empresas fueron objeto de presiones por parte de Pekín en materia política.

El año pasado, China reaccionó severamente contra el personal de la compañía hongkonesa Cathay Pacific, acusándolo de haber apoyado las manifestaciones prodemocracia.

Sin embargo, según ciertos analistas, Hong Kong seguirá siendo la puerta de entrada al mercado chino. En los últimos años, miles de millones de dólares de China continental se han seguido invirtiendo en la bolsa y en bienes inmuebles del territorio.

A finales del 2019, las empresas chinas representaban 73% de la capitalización bursátil de Hong Kong, según el consejo para el Desarrollo del Comercio de Hong Kong.

La cámara de comercio estadounidense de la ciudad se mostró cautelosa, afirmando que tomaría tiempo a las empresas locales “digerir los detalles de la ley”.

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