La Comisión Europea tiene previsto publicar el próximo miércoles un plan de contingencia.
La Comisión Europea tiene previsto publicar el próximo miércoles un plan de contingencia.

Las nuevas previsiones de la Comisión Europea (CE) pintan un peor escenario económico para la eurozona y la Unión Europea (UE) al recortar “significativamente” la expansión prevista para el 2023, con una inflación en niveles récord este año y el siguiente sin aun contabilizar un posible corte total del suministro de gas por parte de Rusia.

A medida que la realidad de la prolongada invasión rusa de Ucrania surte efecto, el análisis de sus consecuencias económicas para la economía global se vuelve más sombrío”, resume el Ejecutivo comunitario en un informe en el que reconoce que la guerra está “golpeando” la economía europea tanto directa como indirectamente para situarla “en una senda de menor crecimiento y mayor inflación”.

En este escenario, aunque Bruselas mantiene en las nuevas previsiones el crecimiento de la zona euro y del bloque para este año en 2.6% y 2.7%, respectivamente, también inflige importantes recortes en sus proyecciones para el 2023 de casi un punto porcentual en ambos casos, hasta el 1.4% y 1.5%.

Los servicios económicos de la CE también empeoran los datos de inflación hasta niveles récord por el alza sin descanso del gas y el encarecimiento de los alimentos y materias primas.

De esta forma, Bruselas calcula que la eurozona cerrará el 2022 con una inflación media del 7.6%, un punto y medio más que el incremento de los precios que había calculado en mayo, y se suavizará en el ejercicio siguiente hasta el 4%, 1.3 puntos más que la anterior previsión.

En el conjunto del bloque, la inflación será todavía más pronunciada, con una tasa que se situará en 8.3% este año y en 4.6% el siguiente, frente al 6.8% y 3.2% que el Ejecutivo comunitario calculaba hace dos meses.

Según explicó el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, este escenario económico más sombrío para las economías del bloque comunitario deriva de la materialización de una mayoría de los riesgos que Bruselas había identificado en los primeros meses del año.

Habíamos identificado bastantes riesgos en previsiones anteriores y muchos se han materializado”, lamentó Gentiloni ante la “impredecible” evolución de los mercados energéticos, el endurecimiento de las condiciones financieras por las subidas de tipos de los bancos centrales, la desaceleración más pronunciada en Estados Unidos y la menor actividad en China por nuevos confinamientos.

Corte total del gas ruso

No obstante, la mayor amenaza para la UE sería un corte total de suministro de gas por parte de Rusia que “a la luz de los recientes acontecimientos, se ha convertido en más que un escenario hipotético para el que hay que prepararse”.

Nuevas reducciones en el suministro de gas a la UE aumentarían más los precios y amplificarían las fuerzas estanflacionarias (un escenario sin crecimiento económico y de inflación a la vez)”, advirtió el responsable de la cartera de Economía del Ejecutivo comunitario.

Gentiloni recordó, además, que las previsiones económicas de primavera recogían un “escenario adverso” con la hipótesis de un corte total del gas ruso decretado por el gobierno de Vladimir Putin que “llevaría a la UE a una recesión en la segunda mitad del año y deprimiría aún más la actividad económica el próximo año”.

La CE tiene previsto publicar el próximo miércoles un plan de contingencia para hacer frente a una situación así, que por los pasillos de la capital europea ya se considera un escenario factible después de que el Kremlin haya cortado ya total o parcialmente el gas a doce Estados miembros y haya cerrado, por ahora de manera temporal por cuestiones de mantenimiento, el flujo hacia Alemania por el gasoducto Nord Stream 1.

Sin embargo, Gentiloni descartó que este plan de emergencia vaya a incluir una propuesta para limitar el precio del gas a nivel europeo, como reclaman el primer ministro de Italia, Mario Draghi, y apoyan otros socios del bloque, entre ellos España.

Aunque la CE está valorando una medida así, el comisario italiano dijo que no sería algo “para los próximos días” sino que estaría diseñado para “futuros escenarios extraordinarios”.