Colombia reducirá las ventas de deuda pública previstas para el próximo año, en su intento por disminuir la dependencia del endeudamiento para financiar el gasto público, según un alto funcionario de Hacienda.
El plan financiero del 2023, que se publicará en diciembre, reducirá la oferta de títulos de deuda pública (TES) en pesos, señaló en entrevista el director de Crédito Público, José Roberto Acosta. El monto exacto no se ha determinado, pero será inferior a los 37.5 billones de pesos (US$ 7,900 millones) contemplados en el plan del Gobierno para el 2022, dijo.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo el lunes que el Gobierno suspenderá las subastas de TES este año, cuando se ha vendido solo el 90% del total previsto, entre otras razones por la alta tasa de interés que paga actualmente la nación.
El rendimiento de los bonos en pesos de Colombia con vencimiento en el 2031 se disparó al 14.4% la semana pasada, desde menos del 8% hace un año, lo que encareció el financiamiento del déficit. Los bonos borraron parte de sus pérdidas en las primeras operaciones del martes tras el anuncio de Ocampo.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro está tratando de reducir el endeudamiento y mantenerse dentro de los límites de déficit establecidos por la llamada regla fiscal, al tiempo que cumple sus promesas de aumentar el gasto social. Los planes del Gobierno de subir los impuestos son clave para este enfoque, dijo Acosta.
”Queremos enviar el mensaje del interés que se tiene por parte del Gobierno de fortalecer los ingresos corrientes de la nación vía impuestos para tratar de disminuir la dependencia y recurrencia de deuda pública como fuente de ingresos”, dijo Acosta el viernes por teléfono.
Los bonos en moneda local del país han perdido un 30% en términos de dólares este año en medio del desplome del peso, el aumento de las tasas de interés por parte del banco central para frenar una inflación desenfrenada y algunas propuestas del Gobierno de Petro que han asustado a los inversionistas. Esto se compara con la caída del 14% de un índice de Bloomberg de deuda de mercados emergentes.
El Gobierno de Petro envió al Congreso en agosto una reforma tributaria que pretende recaudar el equivalente al 1,5% del producto interior bruto el próximo año mediante el aumento de los impuestos a los colombianos más ricos, así como a los sectores del petróleo y el carbón. La iniciativa entrará en vigor a partir del 1 de enero si, como se espera, es aprobada en el Congreso.
Este año, el Gobierno recaudó 34 billones de pesos (US$ 7,300 millones) a través de las ventas de TES. La economía crecerá un 7.8% este año, según el banco central, lo que probablemente será la mayor expansión entre las principales economías de la región. Esto impulsó los ingresos fiscales este año, aunque las perspectivas son menos alentadoras para el 2023, cuando el banco estima que la economía crecerá solo un 0.7%.
Día lúgubre
El Gobierno está evaluando el impacto de la reciente caída del peso en la porción de la deuda pública que está en moneda extranjera, señaló Acosta. El Gobierno está tratando de limitar su exposición a la deuda en moneda extranjera a alrededor del 30% del total, aunque Acosta dijo que personalmente le gustaría que fuera más cercana al 20%.
El peso se debilitó el viernes a un mínimo histórico, mientras que los bonos locales cayeron en lo que Acosta calificó un “día lúgubre” para los mercados de deuda pública.
En las últimas semanas, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha negado o se ha retractado en reiteradas ocasiones de comentarios o propuestas radicales de otros miembros del Gobierno, incluido el propio Petro, que han asustado a inversionistas.
Petro planteó recientemente la idea de gravar los flujos de capital especulativo y vender bonos para financiar la compra de tierras para agricultores pobres, lo que puso nerviosos a algunos operadores.
Los inversionistas deben estar tranquilos porque Colombia tiene instituciones sólidas y no se pueden emprender reformas importantes sin un amplio debate público, dijo Acosta.
”Ante un día tan lúgubre para el mercado de deuda pública, hago un llamado a la credibilidad en la institucionalidad en Colombia”, afirmó. “Sin importar lo díscolos que puedan ser los mensajes en el ambiente público, ninguna de esas propuestas por amenazante que sea considerado por los agentes del mercado se ha concretado”.
Desde que el primer líder de izquierda de Colombia ganó las elecciones presidenciales el 19 de junio, el peso se ha debilitado un 17%, el peor desempeño entre los principales mercados emergentes después del peso argentino.