Ciudad del Cabo
Ciudad del Cabo

Los ejecutivos que viajan a en Sudáfrica para asistir al mayor cónclave anual minero comprueban de inmediato que una crisis de agua amenaza a la ciudad.

Se recuerda a los visitantes que deben “apretar el botón de descarga en el baño sólo si es en verdad necesario”, y en los lavabos del centro de conferencias hay desinfectante de manos en lugar de agua. Las duchas del hotel carecen de tapones de desagüe.

Para los ejecutivos con jet lag o los que suelen ingerir bastantes bebidas en los diversos cócteles, los organizadores dicen que habrá una oferta limitada de té y café.

Es un constante recordatorio de que Ciudad del Cabo enfrenta la peor sequía de que se tenga registro. Al mismo tiempo, la ciudad recibe a miles de ejecutivos, funcionarios gubernamentales e inversores que asisten a African Mining Indaba, que cubre uno de los sectores más vitales del continente.

La crisis de agua también se hace presente en las reuniones. El vicepresidente de Anglo American Plc para Sudáfrica dijo en broma que una de las primeras preguntas que haría al reunirse con su mayor accionista, el multimillonario Anil Agarwal, sería: “¿Se duchó esta mañana?”

Alex Grose, director gerente del cónclave, y su equipo llegaron a ensayar duchas de entre 60 y 90 segundos antes de trasladarse a Ciudad del Cabo, dijo en una entrevista en un aparte del evento.

Los organizadores analizaron no realizar el evento en Ciudad del Cabo este año, pero decidieron seguir adelante con los planes tras considerar el impacto económico que suspenderlo tendría en la ciudad.

“Para nosotros es muy importante”, dijo Grose. “Todo está preparado”.

Los organizadores dedicaron tiempo a asegurarse de que los miles de delegados estuvieran informados sobre la necesidad de ahorrar agua. En el sitio web del cónclave hay recordatorios del tipo de “darse duchas breves sin dejar correr el agua todo el tiempo” y “lavarse las manos con menos frecuencia y usar desinfectante de manos”.

El cónclave también adquiere agua envasada y compra reservas “no bebibles” de la ciudad, pagando el costo de su purificación.

Una buena noticia para Ciudad del Cabo: la ciudad ha postergado la fecha estimada en que podría tener que dejar de suministrar agua a sus habitantes. En lugar del 16 de abril, es ahora el 11 de mayo.