Después de asegurarse un histórico tercer mandato en China, el presidente Xi Jinping protagoniza su gran regreso a la escena internacional la próxima semana en la cumbre del G20 en Bali, donde se reunirá cara a cara con su par estadounidense Joe Biden.
China reaparecerá después de casi tres años de aislamiento autoimpuesto para hacer frente a la pandemia durante el que la mayoría de la diplomacia se llevó a cabo por videoconferencia.
Ahora, Pekín quiere consolidar sus alianzas mundiales, especialmente con los países en desarrollo, ante la competencia de Estados Unidos.
En medio de crecientes tensiones comerciales y geopolíticas, especialmente por Taiwán, Biden y Xi se reunirán el lunes en Bali con el fin de “gestionar de formar responsable” su rivalidad.
Pero China ya lleva días reimpulsando su agenda internacional y sus vínculos comerciales y diplomáticos, como demuestran las numerosas visitas de Estado a Pekín en la última semana.
El canciller alemán Olaf Scholz viajó con una delegación de empresarios y se comprometió a profundizar la cooperación comercial con Pekín, aunque sin dejar de señalar cuestiones espinosas como la guerra en Ucrania.
Antes, los dirigentes de Pakistán, Tanzania y del Partido Comunista de Vietnam también acudieron a China.
Xi “confiado”
La cumbre del G20 será la ocasión de que Xi se reúna con dirigentes del mundo entero, aunque habrá ausencias destacadas como la del presidente ruso Vladimir Putin.
Este viernes, el Ministerio chino de Relaciones Exteriores confirmó la presencia de Xi en Bali y precisó que el mandatario se reunirá además de con Biden, con sus homólogos francés, Emmanuel Macron, argentino, Alberto Fernández, y senegalés, Macky Sall.
“Espero que Xi Jinping llegue al G20 confiado gracias al mandato renovado que acaba de recibir del Partido Comunista de China”, declaró Drew Thompson, investigador en la Universidad Nacional de Singapur y antiguo responsable de China del departamento de Defensa de Estados Unidos.
A pesar de la reunión con Biden, la primera en persona durante la presidencia del demócrata, los expertos no esperan avances significativos.
“Las diferencias políticas entre Estados Unidos y China están profundamente arraigadas (...) Una reunión al margen de un encuentro multilateral no es lugar para resolver tales diferencias estratégicas”, dijo Thompson.
Aun así, confía que la discusión permita “una mejor comprensión de lo que cada parte espera de la otra, lo que puede, esperemos, reducir los malentendidos y evitar errores de cálculo”.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, multiplicó desde noviembre las llamadas telefónicas con sus homólogos de Australia, Singapur y Australia, lo que deja entender que Xi puede organizar reuniones bilaterales de alto nivel durante el G20.
El encuentro con el presidente argentino, Alberto Fernández, sería el segundo este año después de otro celebrado por los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín.
La primera reunión culminó con importantes acuerdos entre ambos países, como la entrada de Argentina en la iniciativa de la Franja y la Ruta de Pekín, un enorme plan de inversiones que llevará hasta 23.700 millones de dólares al país latinoamericano.
“Nuevo orden mundial”
Las relaciones entre Estados Unidos y China se deterioraron todavía más este año debido a la situación en Taiwán y a la publicación de un informe de la ONU sobre los derechos humanos en Xinjiang o las restricciones estadounidenses al mercado de semiconductores para frenar esta industria en China.
En el Congreso del Partido Comunista del mes pasado, Xi advirtió contra un clima geopolítico difícil y, sin citar Estados Unidos, anunció el inevitable triunfo de China sobre la adversidad.
“Esta visión (...) ofrece un nuevo orden mundial anclado en el poder geopolítico chino más que el estadounidense”, analiza el antiguo primer ministro australiano Kevin Rudd a la revista Foreign Affairs.
Pekín no pierde de vista su región y mandó al primer ministro Li Keqiang a Camboya para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Además, Xi asistirá también en Bangkok a la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que reúne también a México, Perú y Chile, dijo la diplomacia tailandesa.