China y Rusia profundizan su cooperación en una tecnología atómica clave que tiene en vilo al Pentágono por su potencial para alterar el equilibrio global de armas nucleares.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, anunciaron un acuerdo a largo plazo para continuar desarrollando los llamados reactores de neutrones rápidos. El anuncio se produjo entre una serie de acuerdos presentados el martes en la noche después de la visita de tres días de Xi a Moscú, en la que también abordaron temas que van desde la energía hasta la transmisión de noticias.
En diciembre, Rosatom Corp., gigante nuclear controlado por el Kremlin, terminó de transferir 25 toneladas de uranio altamente enriquecido al primer reactor de China, el CFR-600, que podría producir combustible para unas 50 ojivas nucleares al año, según analistas.
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El Congreso viene presionando a la Casa Blanca para que tome medidas contra lo que considera vínculos “peligrosos” entre Rosatom y China National Nuclear Corp.
“La cooperación nuclear entre Rusia y la República Popular China va mucho más allá de los proyectos civiles”, escribieron los presidentes de los comités de Servicios Armados, Asuntos Exteriores e Inteligencia del Congreso la semana pasada en una carta al consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
A pesar de las sanciones por su invasión a Ucrania, las exportaciones nucleares de Rusia aumentaron durante el último año, impulsando los ingresos del Kremlin y cimentando su influencia sobre una nueva generación de compradores globales. Es el mayor proveedor mundial de reactores nucleares y combustible. Los reactores rápidos de China, que utilizan metal líquido en lugar de agua para un funcionamiento moderado, se basan en tecnología rusa.
Autoridades del Departamento de Defensa de Estados Unidos han alertado repetidamente sobre las ambiciones nucleares de China desde que emitieron un informe de 2021 al Congreso. Responsables de planificación militar estiman que el CFR-600 desempeñaría un papel fundamental en el aumento de las reservas de ojivas de China 1,500 para 2035 desde un estimado de 400 en la actualidad.
China ha rechazado con reiteración las preocupaciones de EE. UU. de que el CFR-600 se utilizará para aumentar su arsenal de armas nucleares. La unidad está conectada a la red eléctrica y es parte del ambicioso programa de US$ 440,000 millones del país para superar a EE. UU. como el principal generador de energía nuclear del mundo a mediados de la próxima década.
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