China evita condenar el ataque de Rusia a Ucrania al tiempo que pide una salida diplomática a la crisis y pone énfasis en salvaguardar la soberanía de los estados, un encaje de piezas complicado después de que el presidente chino, Xi Jinping, profundizara su alianza con Vladímir Putin hace apenas unas semanas.
Desde Pekín, la portavoz y ministra asistente de Exteriores, Hua Chunying, instó a “mantener la calma” para evitar que la situación “se descontrole”, si bien evitó condenar el ataque o utilizar la palabra “invasión” para describir la agresión de Moscú.
Horas antes, el embajador chino ante Naciones Unidas, Zhang Jun, comentaba ante la última reunión del Consejo de Seguridad que el país asiático aún cree que “la puerta para una solución pacífica todavía no se ha cerrado” mientras recordaba que China defiende “la soberanía y la integridad territorial de los estados”.
China también ha aprovechado estos días para atacar el rol de Washington cuestionando su papel antes y después la crisis ucraniana.
“Algunos me preguntan aquí hoy utilizando la palabra ‘invasión’ para definir la situación. ¿Qué palabra usaron ustedes cuando Estados Unidos decidió, unilateralmente, sin ninguna base legal y sin autorización de Naciones Unidas, atacar Afganistán e Irak?”, lanzó Hua a los periodistas extranjeros presentes en el auditorio.
Y tanto los portavoces como la prensa oficial china han insistido esta semana en que se deben implementar los Acuerdos de Minsk del 2015 y recalcado que la situación demuestra que Rusia quedó muy “insatisfecha” con que no se respondiera a lo que consideran sus “legítimas preocupaciones de seguridad”.
Prudencia sin criticar a Moscú
“Hay una preferencia de China por Rusia dados sus intereses estratégicos y por el hecho de que Xi y Putin decidieron en su reunión del pasado 5 de febrero apoyarse mutuamente y lidiar conjuntamente con Estados Unidos”, afirma a Efe el experto en Relaciones Internacionales y comentarista televisivo He Lingling.
Según el analista, aquel encuentro, que tuvo lugar en Pekín antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno -a la que no asistió ningún jefe de Estado occidental- fue “la Conferencia de Yalta del siglo XX”.
Si en aquella los vencedores de la Segunda Guerra Mundial se dividieron diferentes áreas de influencia, en esta ocasión se trata de que China apoye el papel que Rusia juegue en Europa y Moscú, el de Pekín en Asia Oriental, según la tesis de He.
Sobre por qué China no condena el ataque ruso, el comentarista He responde con una pregunta: “Si el día de mañana hay una guerra en el Estrecho de Taiwán, ¿condenará Rusia a China si usa la fuerza?”.
“China va a ser todo prudencia respecto a Ucrania. En comparación con la crisis de Crimea del 2014, en la que Pekín se mantuvo más neutral, en esta ocasión hay más cercanía con Rusia, pero no vamos a ver ningún apoyo explícito”, indica.
He agrega que Pekín sigue muy de cerca la respuesta de Estados Unidos a las maniobras rusas “para tener un indicio de cómo reaccionarían en Washington a una crisis similar en Taiwán”.
Otros analistas, como Yun Sun, del centro de investigación Stimson, con sede en Washington, opinan que en China no todos anticipaban una invasión por parte de Rusia, y que ahora a Pekín solo le queda alejarse del teatro europeo y “no sentirse responsable o afectada por las acciones de Moscú a su oeste”.
“Quizá si Pekín hubiese sabido que Putin iba a invadir Ucrania habría sido más cuidadoso de alinearse tan claramente con Rusia”, señala, aunque coincide en que “para Pekín esta crisis es una distracción útil, ya que hará que Estados Unidos desvíe su mirada del Indopacífico”.
“Pero si para China alinearse con Moscú tiene más costes que beneficios, lo reconsiderará. Ambos comparten su contraposición a Estados Unidos, pero también tienen visiones muy diferentes al mundo”, apunta.
Las sanciones, a examen
“El problema aquí es la OTAN. Su expansión hacia el oeste ruso es algo que Rusia no puede asumir, pero a nadie en Occidente parece importarle esto. Como resultado, Putin utiliza un lenguaje que todo el mundo puede entender, la fuerza. Si Washington hubiera escuchado, no estaríamos en la situación que estamos hoy”, dice He, recordando que el problema comenzó cuando Ucrania trató de implementar sus aspiraciones euroatlánticas en la Constitución de su país.
Hasta ahora, la respuesta occidental a Rusia pasa por unas sanciones que, a ojos de China, no solucionarán nada.
“Las sanciones dañarán la economía rusa, pero Moscú ya las lleva recibiendo desde hace años y es de prever que puedan sobrevivir a ellas. Y hay que tener también en cuenta que en nuestra relación económica bilateral ya se incluye una cooperación fuera del marco del dólar”, comenta el experto.
De hecho, a lo largo de los últimos días, el yuan, la divisa nacional china, ha profundizado en su tendencia de apreciación frente al dólar, hasta el punto de llegar a marcar su máximo valor en comparación con la moneda estadounidense desde mayo del 2018.
Los analistas del banco de inversión chino CICC destacan que la ganancia del yuan frente al dólar de la semana pasada fue la mayor en 16 semanas, y apuntan que esto se podría deber a que los inversores extranjeros están reconduciendo fondos hacia activos chinos para mantener seguridad ante los riesgos del conflicto.