El gobierno chileno presentó un proyecto de reforma tributaria que considera un alza de los impuestos a las grandes mineras de cobre, que contempla una combinación de tasas sobre las ventas y el margen de producción, anunció el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Chile es el mayor productor mundial de cobre.
“Lo que estamos proponiendo acá es que para las compañías mineras con producción superior a 50,000 toneladas métricas de cobre fino al año se aplique una combinación de tasas ad valorem y tasas sobre el margen de producción crecientes según el precio del cobre”, dijo al presentar el plan.
Mencionó que para el resto de las compañías mineras se va a mantener el régimen actual.
Moderno y solidario
Según Marcel, el nuevo sistema busca un estado social mucho más moderno y solidario, en la línea de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una mayor recaudación y una mejor distribución de los ingresos.
“No busca separar al país entre buenos y malos”, sino generar recursos para financiar proyectos sociales, de descentralización, dijo en una ceremonia en el palacio de La Moneda, a la que asistió el presidente de la República, Gabriel Boric.
“Hemos llegado después de meses de arduo trabajo a presentar estas propuestas para una reforma tributaria, que ocupa un lugar central en la agenda del gobierno. Responde a la idea de un pacto fiscal que aporte al desarrollo del país, que modernice el sistema tributario y le dé más justicia, así como más eficiencia tanto en la recaudación como en el uso de recursos”, señaló.
“Sabemos que la reforma tributaria busca generar recursos para financiar buena parte de la agenda de ampliación de derechos sociales, de diversificación de la productividad y descentralización, pero al mismo tiempo mejorar el sistema tributario”, recalcó.
Entre las medidas destacan la reestructuración del impuesto a la renta, elevando el aporte de las personas de mayores recursos; la reducción de las exenciones tributarias, la aplicación de un nuevo royalty minero e impuestos correctivos que apuntan a promover la preservación del medio ambiente.
Sin cambios en las inversiones extranjeras
Además, reestructura la imposición de las empresas, pero respecto a “los inversionistas extranjeros se mantendrá el régimen tributario actual.
Al hilo de este argumento, Marcel admitió que en Chile “tenemos una brecha importante, que se expresa en algunos componentes como la tributación de la renta personal y de la propiedad.
“En el caso de ingresos personales estamos muy por debajo de la OCDE actual e incluso de los años setenta, lo mismo en tributaciones, la propiedad. Es un sistema con capacidad muy limitada para redistribuir la riqueza en nuestro país”, explicó el ministro, quien insistió en que la reforma se basa en una investigación sobre las inquietudes expresadas al respecto por los ciudadanos.
Impuestos a los más ricos
En este sentido, Marcel aseguró que es “progresiva”, en la que los más ricos pagarán más, y se basa en valores como “la equidad, la transferencia y la eficiencia”, además de “el compromiso en el cumplimiento”, la corresponsabilidad y flexibilidad para adaptarse a la evolución y los cambios que impongan el futuro.
E introduce una vertiente educativa que simplifica el trámite para hacerlo más accesible a los ciudadanos y herramientas de asistencia al contribuyente para que sepa cómo se gestionan sus impuestos.
La recaudación tributaria en Chile supuso el 19.3 % del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2020, según la OCDE, muy por debajo del promedio en Latinoamérica, el 21.9%, y de este propio organismo, un 33.5%.
Con la nueva reforma, Chile pretende incrementar la recaudación anual en un 4.3% del PBI, incluida el 0.7% de las ayudas a los más necesitados, aseguró el ministro.
Según sus cálculos, la reforma obligará a pagar más impuestos “a un 3% de la población” en un país con los mayores índices de desigualdad de la OCDE.