El estallido social comienza a reflejarse en la economía chilena

El ataque a una subestación eléctrica en el norte del país y nuevos saqueos, junto a llamados para volver a copar la Plaza Italia de Santiago, marcan este viernes la sexta semana de protestas en Chile, cuyo impacto comienza a reflejarse en la economía.

En un escenario convulso, la economía local comienza a dar las primeras muestras del impacto de la prolongada crisis.

El Banco Central anunció el jueves una intervención por US$ 20,000 millones, la mitad de sus reservas internacionales, para apuntalar el peso que ha alcanzado mínimos históricos.

En una volátil jornada, el peso chileno logró este viernes recuperarse 2.3% para cerrar en 809.46 unidades por dólar.

"El dólar sigue con volatilidad, porque los mercados siguen muy especulativos respecto a la situación económica de nuestro país", dijo el ministro de Economía, Lucas Palacios.

El ministro explicó que la acción del instituto emisor tiene un mensaje entre líneas: "Lo que está diciendo también el Banco Central es que hay una sobrerreacción en nuestro país, porque nuestro país tiene condiciones macroeconómicas fuertes e institucionales también fuertes, por lo tanto lo que está haciendo es matizar esta sobrerreacción", explicó.

Las protestas estallaron el 18 de octubre pasado y se saldan con 23 muertos. Miles de pequeños comercio y grandes supermercados han sido saqueados e incendiados a lo largo de la revuelta, que ha obligado también a los centros comerciales a bajar sus cortinas más temprano.

Los disturbios y la cancelación de varios eventos, como la cumbre de líderes del foro económico APEC, la cumbre del Clima Cop-25 y la final única de la Copa Libertadores, han tenido un fuerte impacto en el turismo.

En caso de extenderse las manifestaciones, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dijo que podrían agregarse unos 300,000 desempleados a las cifras oficiales, que rondan al 7% de la fuerza de trabajo, equivalentes a unas 650,000 personas.

La producción manufacturera interanual se desplomó 5.8%, por la disminución de la elaboración de productos alimenticios y de bebidas, "debido a una menor producción de vino de uvas frescas (excepto vino espumoso) envasado, a causa de paralizaciones temporales en algunas plantas del rubro por la contingencia", de acuerdo al INE.

-Ataques y saqueos que continúan-

Durante la noche del jueves un grupo incendió una decena de vehículos estacionados al interior de la subestación eléctrica de la ciudad de Copiapó, en el norte del país, sin lograr alterar el suministro eléctrico pero por primera vez poniendo en peligro una estación de este tipo, en un clima de confrontación que no cede.

El ataque se sumó a saqueos en otras ciudades, en especial en la comuna de La Cisterna, en la periferia de Santiago, donde nuevos asaltos al comercio sumaron destrucción a una zona castigada por delincuentes a los que la convulsión social facilita su accionar.

Cuatro comisarías de Santiago y una de Antofagasta (norte) fueron también atacadas, con un saldo de 31 efectivos heridos, según un reporte de la Policía.

Desde el inicio de las manifestaciones, con protestas de estudiantes por el alza en las tarifas del metro de Santiago que desembocaron en la mayor crisis social que vive el país desde el retorno a la democracia en 1990, se han reportado casi 7,000 eventos violentos, con 17,834 personas detenidas hasta el jueves.

Solo por saqueos, la policía ha detenido a 4,857 personas.

Las fuerzas policiales se han visto sobrepasadas a la hora de hacer frente a los saqueos y acusada de un uso excesivo de la fuerza para enfrentar las manifestaciones sociales.

En medio de los cuestionamientos, sobre todo por el uso de perdigones en las manifestaciones que han herido en los ojos a centenares de manifestantes, el presidente Sebastián Piñera ha mostrado su apoyo a la institución.

“Quiero expresarles que tengo la más plena confianza que vamos a superar esta situación y que Carabineros de Chile saldrá fortalecida como institución de esta experiencia”, afirmó el mandatario.