(Lima, foto: El Comercio)
(Lima, foto: El Comercio)

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sostuvo que los países de la región deben luchar para evitar que la crisis sanitaria producto del COVID-19 se convierta en una crisis alimentaria, debido al impacto económico de la pandemia.

“Debemos evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis alimentaria. Estamos viendo que se va a dar el cierre de 2.6 millones de empresas formales, en su mayoría pequeñas y medianas, estamos hablando de una pérdida de empleo con una informalidad de 54%”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante su participación en el foro "Claves para repensar el presente y el futuro de América Latina”, organizado por la CAF en el marco de su 50 aniversario.

Asimismo, alertó que estamos ante el riesgo de iniciar “una década perdida” para la región. “No queremos otra década perdida. Esta crisis nos puede llevar a un retroceso de 13 años. Nos preocupa que de esta crisis la región puede salir más endeudada, más pobre, más hambrienta, con alto desempleo y, sobre todo, enojada”, advirtió.

Por su parte el presidente ejecutivo de la CAF, Luis Carranza, señaló que si bien en las últimas dos décadas la región ha tenido avances importantes en indicadores sociales, existe “una sensación de estancamiento” y ahora “muchos de estos avances están riesgo ante la crisis que vivimos”.

“Tenemos un problema de productividad, brechas de infraestructura, bajos niveles de integración y seguimos siendo la región más desigual del mundo”, subrayó.

Cinco propuestas

La Cepal también propuso a los países de la región tomar cinco medidas para luchar contra el impacto del COVID-19:

-Implementar un programa de ingreso básico de emergencia por seis meses para cubrir los ingresos de los hogares más pobres, equivalente a US$ 140 al mes. “Esto cubriría la línea de pobreza y costaría 2.1% del PBI, no es tanto”, anotó Alicia Bárcena.

-Dar una subvención temporal a micro, pequeñas y medianas empresas. “La banca de desarrollo debe abrir una ventanilla especial para la reactivación de las actividades productivas”, refirió Bárcena. Agregó que “la CAF tiene que tomar medidas más audaces para poder apoyar a los países de renta media que tanto lo necesitan, para tener créditos a bajo costo”, subrayó.

-Trabajar en reformas fiscales para aumentar el espacio fiscal de los países: controlar la evasión la fiscal y fondos ilícitos. “La tasa en la región es 23% y es aún muy baja”, anotó Bárcena.

-Desarrollar un sistema de bienestar, apostando por infraestructura en salud, nutrición y educación. También impulsar la sostenibilidad en nuevas formas de producir, transición energética, estrategias de seguridad alimentaria y movilidad urbana sostenible.

-Buscar la integración económica regional. “Es fundamental volver a plantearla y crear estas redes. Las grandes empresas están regresando a Estados Unidos y Europa, por lo que la integración juega un papel clave”, remarcó Bárcena.