El candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, que lidera las preferencias en sondeos, critica rotundamente la guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos y cuestiona la extradición de un capo, opiniones que pueden anunciar un giro en la lucha del país sudamericano contra el narcotráfico.
Petro sostiene que, a pesar de miles de millones de dólares en gastos de seguridad y décadas de presión de Estados Unidos para reducir la producción de cocaína, Colombia sigue siendo uno de los principales proveedores mundiales de la droga y escenario de la sangrienta violencia relacionada con el narcotráfico.
El senador de izquierda que alguna vez fue alcalde de Bogotá tiene alrededor del 40% de apoyo en las encuestas antes de las elecciones del domingo, por lo que se espera que enfrente una segunda vuelta para tratar de ganar la presidencia.
Petro denunció la reciente extradición del acusado líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, mientras que cuestionó la efectividad de esa herramienta legal que Washington considera un poderoso disuasivo del crimen.
“La extradición merece un diálogo, una medición de cifras, si lo que hemos hecho en 40 años ha funcionado o no, si ese millón de muertos latinoamericanos, la mayoría colombianos y mexicanos, ha valido la pena”, dijo recientemente el candidato a la revista Semana.
Petro, un exguerrillero del grupo M-19, dijo que ningún delincuente acusado debe ser extraditado hasta que confiese sus delitos y aseguró que las actuales autoridades de Colombia aceleraron la salida de Úsuga, más conocido con el alias de ‘Otoniel’, para evitar revelaciones vergonzosas antes de las elecciones.
“Alias ‘Otoniel’ quería decir qué generales en la Policía, del Ejército, qué senadores, qué representantes a la Cámara, qué gobernadores, qué ministros, qué presidentes se habían aliado con él”, dijo Petro en una manifestación política en la ciudad de Fusagasugá.
Antes de su extradición, los abogados de ‘Otoniel’ argumentaron que se le debería permitir testificar ante un tribunal de justicia transicional y revelar los vínculos entre el ejército y los grupos armados ilegales.
El presidente Iván Duque prometió que ‘Otoniel’ regresará a Colombia para enfrentar más cargos después de que cumpla una condena en Estados Unidos.
Política antidrogas verde
El Ministerio del Interior no respondió a una solicitud de comentarios sobre las acusaciones de Petro.
Las políticas actuales no han logrado reducir la producción de cocaína en Colombia y, en cambio, ésta se ha disparado.
Entre el 2010 y 2020, el año más reciente para el que hay cifras disponibles, la producción potencial de cocaína se triplicó a 1,010 toneladas, según datos del gobierno de Estados Unidos.
Petro dice que su prioridad para la relación bilateral será combatir el cambio climático y que su administración enmarcará la política de drogas en torno al medio ambiente.
El tres veces candidato presidencial se opone a reiniciar las fumigaciones aéreas de coca -la materia prima de la cocaína-, con el herbicida glifosato y propone sustituir los cultivos de esa planta por unos de marihuana legal.
Es probable que Petro se enfrente al candidato de centroderecha Federico ‘Fico’ Gutiérrez en una segunda vuelta el 19 de junio si ninguno de los aspirantes logra más del 50% de los votos el próximo domingo.
Gutiérrez, que tiene alrededor del 25% de apoyo en los sondeos, representaría menos desafíos al statu quo. No se opone a las fumigaciones con glifosato y respaldó la extradición de Otoniel.
Gutiérrez dijo en recientes declaraciones que si gana coordinará con Estados Unidos la creación de una comisión de víctimas, aunque también instó a modificaciones a la relación bilateral con Washington, aunque no las especificó.
Petro podría encontrar puntos en común con el presidente estadounidense, Joe Biden, sobre la sustitución de cultivos y la implementación del acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo Oliver Kaplan, profesor asociado de la Escuela de Estudios Internacionales Josef Korbel de la Universidad de Denver.
En una señal de que Petro puede estar moderando algunas de sus proposiciones más estridentes a medida que se acercan las votaciones, el candidato suavizó el lenguaje en torno a las propuestas para renegociar los acuerdos de libre comercio, incluido un acuerdo del 2012 con Estados Unidos, para impulsar la agricultura nacional.
Giro radical
Petro también propuso la eliminación gradual de los aranceles a los fertilizantes, al tiempo que planteó imponerlos a las importaciones de alimentos.
El senador Roy Barreras, un aliado de Petro, dijo en un evento de la Cámara de Comercio Colombo Americana en abril que en materia de los tratados comerciales el candidato del Pacto Histórico busca “no renegociar, repensarlos”.
El Departamento de Justicia vería con malos ojos la prohibición de la extradición, manifestó Kaplan, aunque queda por ver cómo las objeciones de Petro pueden traducirse en políticas.
La perspectiva de sentencias potencialmente largas lejos de casa ha sido durante mucho tiempo una de las principales armas en el arsenal bilateral para combatir el narcotráfico.
Washington ve la extradición como una forma de garantizar condenas a criminales que podrían escapar a la justicia en sus propios países a través de la corrupción.
Históricamente, los traficantes colombianos han temido a la extradición y a finales de la década de 1980 el Cartel de Medellín que lideraba Pablo Escobar se opuso a ese mecanismo con ataques indiscriminados con bombas y el lema “preferimos una tumba en Colombia a un calabozo en los Estados Unidos”.
“Un giro radical” en el abordaje de estos temas podría limitar el financiamiento de Estados Unidos para la lucha antidrogas y afectar la sensación general de seguridad en Colombia, opinó Carolina Urrego, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Los Andes.
Estados Unidos ya está en medio de una diplomacia espinosa con México y Brasil, socios que alguna vez fueron confiables.
Los esfuerzos antinarcóticos se han visto sacudidos en México, donde el año pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador cerró una unidad de élite que trabajaba mano a mano con Estados Unidos.
El Departamento de Justicia se negó a comentar sobre las propuestas de extradición de Petro y si pondrían en riesgo la cooperación bilateral. El Departamento de Estado no respondió.
El embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, señaló que Washington trabajaría con quien gane las elecciones.
“Tenemos la intención de mantener una relación estratégica con Colombia, es muy importante para los dos países, para las economías de los dos países, para la seguridad de los dos países”, dijo Goldberg recientemente a periodistas, pero se negó a discutir propuestas específicas.