Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo y también uno de los grandes importadores de fertilizantes, negociará un aumento de las compras de estos productos procedentes de Canadá para suplir parte de los que dejarán de llegar de Rusia por la actual crisis.
El Ministerio de Agricultura informó en un comunicado que la titular de la Cartera, Teresa Cristina Correa, ya tiene programado un viaje a Canadá el 12 de marzo próximo para iniciar las respectivas negociaciones.
Según el comunicado, el objetivo del viaje es elevar las compras de potasio procedentes de Canadá ante la posibilidad de que Brasil no pueda importarlo de Rusia por las sanciones económicas impuestas a ese país por su ataque militar a Ucrania.
Canadá fue el cuarto mayor abastecedor de fertilizantes químicos de Brasil el año pasado, luego de Rusia, China y Marruecos.
Además de su visita a Canadá este mes, la ministra estuvo el año pasado en Irán negociando igualmente la posibilidad de triplicar, hasta dos millones de toneladas al año, el volumen de fertilizantes que compra a la estatal iraní National Petrochemical Company (NPC).
Brasil, un importante abastecedor de alimentos del mundo y mayor exportador mundial de productos como soja, café, jugo de naranja y azúcar, depende de los fertilizantes importados para su agricultura, especialmente del potasio, del que tiene que comprar en el exterior el 95% de lo que consume.
En una rueda de prensa este miércoles la ministra afirmó que, como la nueva cosecha ya fue plantada, Brasil tiene fertilizantes suficientes hasta octubre próximo, cuando iniciará el cultivo de la cosecha de verano.
Agregó que la situación no es preocupante por ahora y que Brasil estudia desde el año pasado alternativas para garantizar el abastecimiento en caso de una eventual escasez de fertilizantes provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
“La próxima cosecha de verano, que comenzará en octubre, es la que nos preocupa, porque el sector privado ya nos confirmó que tiene una reserva suficiente hasta octubre”, manifestó.
Agregó que, como esa dependencia tiene que ser abordada como un asunto de seguridad alimentaria y de seguridad nacional, el Gobierno lanzará en los próximos días el Plan Nacional de Fertilizantes, en elaboración desde el año pasado, cuando el Ministerio ya alertaba sobre la necesidad de que el país produjera entre el 50% y 60% de los fertilizantes que consume.
Brasil es el cuarto mayor consumidor de fertilizantes, el principal importador y el responsable por el 8 % de los consumidos en todo el mundo, según las cifras del Ministerio.
Pese a ello el gigante latinoamericano importa el 80% de todos los fertilizantes que necesita y en el caso del potasio ese porcentaje salta hasta el 95%.
Rusia, mayor exportador mundial de fertilizantes, es el origen del 25% de los importados por Brasil. En cuanto al potasio, Rusia responde por el 20% de la producción mundial y por el 28% del importado por Brasil.
Ante el “riesgo” de que Brasil se quede sin potasio como consecuencia de la guerra, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, defendió este miércoles la aprobación de un proyecto de ley de su Gobierno que permite la explotación de las reservas de ese mineral existentes en reservas ambientales e indígenas en la Amazonía.
“Con la guerra Rusia-Ucrania, corremos el riesgo de escasez de potasio o que su precio aumente. Nuestra seguridad alimentaria y el agronegocio exigen de nosotros, Ejecutivo y Legislativo, medidas que nos permitan no depender externamente de algo que tenemos en abundancia”, dijo el líder ultraderechista en un mensaje en sus redes sociales.