“BRIC”, la sigla original, fue acuñada en 2001 por el economista Jim O’Neill, quien entonces era parte de Goldman Sachs Group Inc., para llamar la atención sobre las fuertes tasas de crecimiento de Brasil, Rusia, India y China.
Se volvió aún más llamativa al agregar la “S”, que lo convirtió en plural cuando Sudáfrica fue invitada a unirse a fines de 2010.
Pero las cosas se complicaron cuando el bloque de las principales potencias de mercados emergentes decidió el jueves en Johannesburgo incorporar a seis países más: Arabia Saudita, Irán, Egipto, Argentina, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos. Esto crea una potencial sopa de letras.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se apresuró a intervenir.
“El nombre seguirá siendo BRICS, es hermoso”, dijo en la reunión anual de líderes del bloque en Johannesburgo. “La niña ya está registrada. La niña se ha hecho adulta, no quiere cambiar su nombre”.
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Duras reacciones de candidatos presidenciales
La decisión de Argentina de ingresar al BRICS provocó duras reacciones en su propio país. Dos de los principales candidatos a la presidencia han criticado a los miembros del grupo de las mayores economías de mercados emergentes y uno de ellos promete retirar al país sudamericano del bloque.
Al ser consultado por su opinión sobre el bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, Javier Milei, quien resultó vencedor en las primarias, dijo que su Gobierno solo tendrá relaciones con países que defiendan la libertad, la paz, la democracia y el libre comercio.
“Hay países que no están en esas líneas”, declaró a la prensa el jueves. Sin embargo, añadió que el sector privado tendrá libertad para comercializar libremente.
Patricia Bullrich, la candidata de una coalición de oposición promercado, fue más contundente: “Argentina, bajo mi Gobierno, no va a estar en los BRICS”, dijo en un discurso. El presidente Alberto Fernández, agregó, puso al país “en una posición de enorme debilidad” por comprometerse a ingresar al BRICS junto con Irán durante la invasión de Ucrania.
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Arabia Saudita, Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos ingresarán al bloque junto con Argentina a partir del 1 de enero, según anunciaron los líderes del BRICS al final de una cumbre en Johannesburgo, en la que presionaron para expandir la influencia mundial del grupo.
Las dudas sobre el compromiso a largo plazo de Argentina con el BRICS subrayan los desafíos a los que se enfrenta el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para tener más representación latinoamericana en el grupo. La incorporación de Argentina responde a una solicitud realizada el año pasado por Fernández, un aliado cercano del líder brasileño.
Desde Johannesburgo, Lula dijo que Brasil negociará con el nuevo presidente de Argentina, independientemente de quién gane las elecciones del 22 de octubre.
“Podría ser que el presidente no quiera negociar con Brasil, y ese es su derecho soberano”, afirmó. “La relación con Argentina es muy importante para Brasil y Sudamérica”.
¿Moneda común en discusión?
La idea de que el grupo de potencias de mercados emergentes BRICS establezca su propia moneda para reducir su dependencia del dólar no se está considerando seriamente y nunca se ha considerado, aclaró el ministro de Finanzas de Sudáfrica.
“Nadie ha planteado el tema de una moneda de los BRICS, ni siquiera en reuniones informales”, dijo el jueves Enoc Godongwana en una entrevista en el marco de la cumbre anual del bloque, que se lleva a cabo en Johannesburgo. “Establecer una moneda común implica la creación de un banco central, y eso implica perder independencia en materia de políticas monetarias, y no creo que ningún país esté preparado para eso”.
El bloque, que además incluye a Brasil, Rusia, India y China, está evaluando otras formas de reducir su dependencia del dólar, como comercializar directamente con sus propias divisas y garantizar que el Nuevo Banco de Desarrollo, que se estableció en 2015, adapte la forma en que recauda su financiación.
A modo de ejemplo, cuando Sudáfrica comercializa con la vecina Botsuana, que no es miembro de los BRICS, “conocemos el tipo de cambio entre ambas monedas”, dijo Godongwana. “No hay ninguna razón por la que no podamos pagarles en su moneda y ellos pagarnos en rands”.
El ministro de Finanzas acogió con agrado la decisión de los BRICS de extender invitaciones de membresía a otros seis países, ya que daría a Sudáfrica un mejor acceso a mercados más grandes y profundizaría las relaciones comerciales entre las economías del “sur global”.