Brasil, con US$ 66,100 millones de inversión extranjera directa china acumulados en los últimos 14 años, acapara el 47% de los recursos que el gigante asiático ha destinado a proyectos productivos en toda Suramérica desde el 2007, según un estudio del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC).
De acuerdo con el estudio, tras Brasil los países sudamericanos que más han acumulado inversión extranjera china entre el 2007 y 2020 son Perú, con el 21%; Chile, con el 11%, y Argentina, con el 9%.
Los US$ 66,100 millones invertidos por China en Brasil en el periodo, que convirtieron al país asiático en uno de los mayores inversores en el gigante suramericano, beneficiaron 176 diferentes proyectos productivos.
Las empresas chinas llegaron a anunciar inversiones adicionales por US$ 44,500 millones en otros 64 proyectos productivos en Brasil, pero tales aportes finalmente no se produjeron.
De acuerdo con el estudio de la entidad, que reúne empresas de ambos países, el 48% de la inversión china en Brasil se ha dirigido al sector de energía eléctrica, principalmente procedente de gigantes energéticas como State Grid y China Three Gorges.
Estas dos empresas tienen la mayoría de sus activos en el exterior concentrados en Brasil, con participaciones de 48% y 60%, respectivamente.
Los otros sectores más beneficiados por la inversión china en Brasil son petróleo y gas (28%), minería (7%), infraestructura (5%), agropecuaria (3%) y servicios financieros (2%).
De las inversiones chinas en Brasil en los últimos 14 años, un 70% fue realizada mediante fusiones y adquisiciones, 24% en proyectos construidos desde cero y 6% en asociaciones de riesgo compartido.
Según el estudio, las inversiones chinas en Brasil en nuevos proyectos generaron 34,500 empleos en el país y las inversiones en activos ya existentes garantizaron 140,400 empleos.
Baja en el 2020
El estudio mostró igualmente que, pese a la caída de 8.2% de la inversión china en todo el mundo entre el 2018 y 2019, en Brasil creció 117%, hasta US$ 7,300 millones.
Pero en el 2020, por la crisis económica generada por el COVID-19 en todo el mundo, los recursos destinados por China a proyectos productivos en Brasil cayeron un 74%, hasta US$ 1,900 millones, su menor valor desde el 2014.
Esa reducción reflejó la caída en el 2020 de la inversión extranjera en general en el mundo, que fue de 35%, así como la destinada a Brasil, que se redujo en 61.5%.
El crecimiento de la inversión china en Brasil coincidió con el fuerte aumento del intercambio comercial, que convirtió a China en el principal destino de las exportaciones brasileñas a partir del 2009, por delante de socios tradicionales como Estados Unidos y Argentina.
Esa expansión llegó a su auge en el 2020, pese a la crisis generada por la pandemia y cuando los embarques brasileños hacia el gigante asiático alcanzaron un récord de US$ 67,700 millones, el mayor valor ya exportado por Brasil a otra nación en su historia.
Mientras que en el 2000 China era el duodécimo destino de las exportaciones brasileñas, con una participación de 2%, y muy abajo de Estados Unidos (24%) y Argentina (11%), en el 2020 la participación china ya era de 33% y la estadounidense de 10%.
El autor del estudio, el economista Tulio Cariello, destacó que el interés de China en Brasil no se redujo ni en los dos últimos años, en los que diferentes autoridades brasileñas, comenzando por el presidente del país, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, realizaron ataques al gigante asiático por razones ideológicas.
Bolsonaro, que antes de asumir llegó a poner en duda si Brasil mantendría su buena relación con China, acusó al país asiático de haber creado el coronavirus como parte de una guerra biológica.
El mandatario también ha puesto en duda la posible participación de la china Huawei en proyectos para la oferta de internet 5G en Brasil, una restricción presionada por Estados Unidos.