El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está considerando prohibir que Huawei Technologies Co. suministre componentes para la próxima red 5G del país porque ve a China como una amenaza global para la privacidad y soberanía de los datos, según un alto miembro de su gabinete.
Si bien aún no se ha tomado una decisión y se tomarán en consideración las opiniones de otros miembros del gabinete, los comentarios son evidencia de la continua desconfianza de Bolsonaro del mayor socio comercial de Brasil.
Atrapados entre Washington y Pekín, los funcionarios brasileños se han abstenido hasta ahora de decir si cederían a las solicitudes de Estados Unidos de mantener a Huawei fuera de la red móvil ultrarrápida del país.
Aun así, el miembro del gabinete descartó la posibilidad de represalias chinas, diciendo que Pekín depende de las importaciones agrícolas brasileñas para alimentar a su población. La percepción en Brasil es que otros países que han prohibido a Huawei no han sufrido mayores consecuencias, agregó la persona, solicitando el anonimato debido a la confidencialidad de los asuntos internos.
En una entrevista reciente, el embajador de China en Brasil, Yang Wanming, dijo que la decisión sobre Huawei ayudará a definir la relación más amplia entre los dos gigantes de los mercados emergentes. “Lo que está en juego es si un país puede establecer reglas de mercado para todas las empresas basadas en la apertura, la imparcialidad y la no discriminación”, dijo.
Cuando se le pidió que proporcionara más antecedentes sobre la situación, la oficina de Bolsonaro difirió la solicitud al Ministerio de Comunicaciones, que dijo en un comunicado que la decisión sobre la red 5G es una cuestión de seguridad nacional que involucra a muchas partes interesadas, incluidos los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores. Los líderes de todos los países involucrados están discutiendo el tema, se lee en el comunicado, sin dar más detalles.
Lazos comerciales
China fue el destino de 40% de las exportaciones brasileñas en el primer semestre del año, según datos del Ministerio de Agricultura. Las ventas al país asiático, principalmente soja, generaron más ingresos que las a Estados Unidos, América Latina, Europa, África y Oriente Medio juntos.
Sin embargo, las relaciones con Pekín han sido tensas desde que Bolsonaro asumió el cargo en el 2019, luego de fuertes críticas a China durante la campaña electoral. Un aliado cercano a Donald Trump, el líder brasileño suavizó las relaciones con el presidente chino, Xi Jinping, durante un viaje a Asia el año pasado.
Pero hace apenas unos meses, el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, criticó implícitamente a China al escribir en su blog personal que el coronavirus había revivido “la pesadilla comunista”. El propio hijo del presidente, el legislador de la cámara baja Eduardo Bolsonaro, también ha culpado de la pandemia a la “dictadura china”.
Otros funcionarios han expresado opiniones más pragmáticas sobre China. El vicepresidente, Hamilton Mourao, y el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, han abogado por un proceso de licitación abierto y justo para elegir a los desarrolladores de la red 5G de Brasil.
Brasil planea seleccionar a esas empresas alrededor de mayo de 2021 después de que la crisis de salud retrasara el proceso inicialmente programado para este año, dijo el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, en una entrevista reciente. Faria dijo que la demora es realmente positiva ya que permitirá al Gobierno observar los desarrollos globales antes de tomar una decisión.