El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro británico, Boris Johnson, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se comprometieron este martes a enviar más artillería a Ucrania ante el asalto total de Rusia en el este del país.
Biden habló con Johnson, Trudeau y otros líderes aliados en una videoconferencia segura desde la Sala de Situación de la Casa Blanca cuando la invasión rusa entraba una nueva fase.
A la pregunta de periodistas durante una visita a Nuevo Hampshire sobre si Estados Unidos enviaría más artillería a Ucrania, Biden respondió que sí.
En Londres, Johnson dijo a los legisladores: “Esto se convertirá en un conflicto de artillería, necesitan más apoyo de artillería y eso es lo que les daremos además de muchas otras formas de apoyo”.
Trudeau dijo que Canadá enviaría artillería pesada y prometió dar más detalles.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró en el avión Air Force One que los líderes reafirmaron su compromiso de proporcionar a Ucrania seguridad y ayuda económica y humanitaria.
“Seguiremos proporcionándoles más munición, al igual que les proporcionaremos más ayuda militar”, dijo Psaki. Estados Unidos está preparando otra ronda de sanciones para imponer a Moscú, agregó.
En la videoconferencia de 90 minutos, Biden y los aliados hablaron de sus compromisos diplomáticos y de los esfuerzos coordinados para imponer más “costos económicos severos para responsabilizar a Rusia”, señaló.
Se van a coordinar a través del G7, la Unión Europea (UE) y la OTAN, manifestó.
Rusia se apoderó de su primera ciudad en el este de Ucrania como parte de un nuevo asalto que Ucrania ha descrito como la Batalla del Dombás, cuyo objetivo es tomar dos provincias.
Estados Unidos considera que Rusia está llevando a cabo un “preludio” de operaciones ofensivas de mayor envergadura en el este de su país vecino, comentó un alto funcionario estadounidense.
Otros participantes fueron la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, así como los jefes de Gobierno de Italia, Japón y Polonia.