El Grupo Banco Mundial dijo el jueves que decidió finalizar la publicación de su informe “Doing Business” sobre clima de inversión en los países, después de que una investigación de irregularidades en los datos citó “presión indebida” de altos funcionarios, incluida la entonces directora general Kristalina Georgieva, para impulsar el ranking de China en el 2017.
En un comunicado, el Banco Mundial dijo que la decisión se tomó después de que los informes de auditoría interna plantearon “cuestiones éticas, incluida la conducta de exfuncionarios de la Junta Directiva, así como del personal actual y/o anterior del Banco” y una investigación de la junta realizada por el bufete de abogados WilmerHale.
El informe de WilmerHale citó la “presión directa e indirecta” del personal de alto rango en la oficina del entonces presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, para cambiar la metodología del reporte para mejorar el puntaje de China, y dijo que probablemente ocurrió bajo su dirección.
También afirmó que Georgieva, ahora directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y un asesor clave presionaron al personal para “hacer cambios específicos en los puntos de datos de China” y mejorar su ranking en un momento en que el banco buscaba el apoyo de Pekín para un gran aumento de capital.
La clasificación de China en el informe “Doing Business 2018”, publicado en octubre del 2017, subió siete puestos hasta el 78 después de que se realizaron los cambios en la metodología de los datos, comparado con el borrador del informe inicial.
El informe Doing Business evalúa los entornos regulatorios, la facilidad para iniciar negocios, la infraestructura y otras medidas del clima empresarial.
“Estoy profundamente en desacuerdo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación de irregularidades en los datos en lo que se refiere a mi rol en el informe Doing Business del Banco Mundial de 2018”, dijo Georgieva en un comunicado emitido por el FMI. Agregó que se había reunido con el directorio ejecutivo del FMI para discutir el asunto.
El informe de WilmerHale también citó irregularidades en los datos utilizados para determinar las clasificaciones de Arabia Saudita y Azerbaiyán en el reporte “Doing Business 2020” publicado en el 2019, pero no encontró evidencia de que algún miembro de la Oficina del presidente o la junta ejecutiva del banco estuvieran involucrados en estos cambios.
“Hacia adelante, trabajaremos en un nuevo enfoque para evaluar el clima empresarial y de inversión”, dijo el Banco Mundial en un comunicado.