La trayectoria de la política monetaria de Chile se mantendrá mayormente sin cambios a pesar de la reciente debilidad del peso y el posible impacto en los precios de recientes inundaciones, dijo el vicepresidente del banco central en una entrevista.
La flexibilización monetaria de Chile, junto con señales de debilidad económica en China y la agresiva postura de la Reserva Federal han pesado sobre la moneda, dijo Pablo García desde el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole. Aun así, agregó que ningún acontecimiento ha sido lo suficientemente grande como para alterar el plan de las autoridades de bajar las tasas a 7.75%-8% hacia fin de año.
“Hasta ahora, las noticias que hemos tenido, tanto sobre el escenario internacional como sobre los datos internos, la inflación, las variaciones del tipo de cambio, no reflejan un panorama dramáticamente diferente al que teníamos en mente cuando iniciamos los recortes en julio”, dijo García, de 53 años. La próxima decisión de tasas será el 5 de setiembre.
Chile está encabezando los recortes de tasas en América Latina en momentos en que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo todavía consideran alzas. En julio, el banco central recortó su tasa de política monetaria en 100 puntos básicos y en el mercado descuentan al menos 5 puntos porcentuales en recortes adicionales en el próximo año. No obstante, algunos analistas advierten que factores como un peso más débil pueden obstaculizar la desaceleración de la inflación a la meta del 3%.
El peso se debilitó más de un 8% frente al dólar entre principios de julio y la semana pasada, antes de que el Ministerio de Hacienda anunciara un aumento en sus ventas de dólares. Una moneda más débil alimenta las presiones inflacionarias al encarecer las importaciones, y Chile es particularmente vulnerable ya que debe importar casi la totalidad de combustibles que consume.
El banco central también está en proceso de aumentar sus reservas internacionales en un 25%, vía la compra de US$ 10,000 millones.
La acumulación de reservas es “una medida estructural” que busca establecer “una capa adicional de seguridad en nuestras reservas de liquidez que es muy útil si se producen shocks”, dijo García. “Es apropiado que continuemos este proceso”.
Inundaciones
Las fuertes lluvias de la semana pasada golpearon con fuerza al corazón agrícola del país. El presidente, Gabriel Boric, declaró estado de catástrofe en varias regiones del país.
El banco central está monitoreando el impacto de las inundaciones en los precios de los alimentos, aunque cualquier presión inflacionaria probablemente será transitoria, dijo García.
Las lluvias “podrían tener un impacto en la inflación en el corto plazo, pero es poco probable que tengan un impacto más persistente en el proceso de desinflación que podría implicar un cambio en la estrategia política”, dijo.
Tras alcanzar el año pasado más del 14% anual, la inflación ha caído drásticamente al 6.5% el mes pasado. Sin embargo, un indicador de precios subyacentes se ha desacelerado de manera más gradual al 8.5%.
García, economista formado en el Massachusetts Institute of Technology, ha sido miembro del consejo del banco desde 2014. En junio fue uno de los votos disidentes al respaldar un recorte de tasas, mientras que la mayoría votó a favor de mantenerlas en 11.25%, su mayor nivel en más de dos décadas.
Antes de convertirse en miembro de la junta, García se desempeñó como director ejecutivo para el Cono Sur en el Fondo Monetario Internacional. También ha ocupado otros cargos en el banco central, como director de Investigación.