Los eventos climáticos extremos en la Antártida, como olas de calor oceánicas y pérdida de hielo, se intensificarán a menos que se adopten de manera urgente políticas para reducir la combustión de combustibles fósiles, según reveló un nuevo estudio, que es el último en encender las alarmas sobre los daños que está desencadenando el cambio climático.
“Es prácticamente seguro que, si se mantienen las emisiones de gases de efecto invernadero, se producirá un aumento en el tamaño y la frecuencia de los eventos” a medida que el mundo se acerca peligrosamente a superar el límite de calentamiento de 1.5 °C establecido en el Acuerdo de París de 2015, según un estudio publicado en la revista Frontiers in Environmental Science. “No podemos descartar futuras sucesiones en las que los eventos extremos puedan tener impactos de gran alcance en una serie de ámbitos”.
Los científicos están cada vez más alarmados por la dificultad que ha tenido el hielo antártico para volver a formarse tras alcanzar un mínimo histórico en febrero, una desviación tan extrema frente a lo normal que se ha calificado como un “evento sigma seis”, es decir, un fenómeno que se produce una vez cada 7.5 millones de años.
También se espera que el Ártico no tenga hielo durante los veranos para 2030, lo que pone de relieve el rápido ritmo al que el calentamiento global está dañando los ecosistemas del planeta.
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El aumento de las temperaturas también provocó que los meses de junio y julio fueran declarados los más calurosos en registros, y que incendios forestales y olas de calor azotaran este año a Canadá y varios países de Europa.
Sudamérica también enfrenta temperaturas invernales sin precedentes, como en Chile, que ha registrado más de 30 °C en algunas regiones.
La ola de calor más extrema del mundo se registró en el este de la Antártida. En algunas regiones, las temperaturas alcanzaron 38,5 °C por encima del nivel estacional normal allí, según el estudio que revisó los extremos climáticos en la Antártida y el océano Antártico.
Los autores del estudio también advirtieron que los eventos de bajos niveles de hielo marino podrían volverse más frecuentes y, al igual que en el Ártico, perpetuarse a medida que el calor solar se absorbe más y se refleja menos debido a la reducción de la capa de hielo.
El estudio concluye que es probable que la Antártida enfrente estrés y daños considerables en las próximas décadas. Doce países, entre ellos el Reino Unido, Estados Unidos, India y China, se comprometieron a preservar el frágil medio ambiente del continente a través del Tratado Antártico de 1959.
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El estudio dice que algunos países podrían incumplir los términos de este acuerdo si no se implementan medidas urgentes para reducir las emisiones.
“Las naciones deben comprender que, si continúan con la exploración, extracción y combustión de combustibles fósiles en cualquier parte del mundo, el medio ambiente de la Antártida se verá cada vez más afectado de una manera que no se condice con su compromiso”, señaló el autor principal, Martin Siegert, profesor de la Universidad de Exeter, en un comunicado.
A medida que se derrite el hielo marino antártico, más áreas del continente podrían volverse accesibles para los barcos y esto también requeriría una cuidadosa gestión, además de medidas de bioseguridad, para proteger los sitios vulnerables.
“El cambio antártico tiene implicaciones globales”, dijo Siegert. “Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto es nuestra mejor esperanza de preservar la Antártida, y esto debe ser importante para todos los países —y personas— en el planeta”.
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